Washington. Boeing y las autoridades en Estados Unidos están en una posición cada vez más delicada, tras el pedido de la justicia de que aclaren el estado de la certificación del modelo 737 MAX tras los accidentes de Lion Air y Ethiopian Airlines con cuatro meses y medio de diferencia.
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El 11 de marzo, un día después de la tragedia del vuelo de Adís Abeba-Nairobi, la justicia recurrió al menos a una persona involucrada en el desarrollo del programa **737 MAX **para que proporcione documentos, incluyendo cartas, correos electrónicos y otros mensajes, reveló el Wall Street Journal, que cita fuentes cercanas al caso.
Los documentos deben presentarse este mismo mes, dice el WSJ.
La crisis de Boeing **“toma un giro completamente nuevo con la investigación penal”, opinó Scott Hamilton, experto aeronáutico de Leeham Company. “A diferencia de Francia, donde las investigaciones criminales son habituales cuando se produce un accidente aéreo, eso es muy, muy raro en **Estados Unidos”, dice, recordando un solo precedente, el de ValuJet en 1996, que mató a 110 personas en Florida.
Mientras tanto, el Departamento de Transporte estadounidense está realizando una investigación sobre el proceso de aprobación por parte de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos **(FAA) del **737 MAX, informó también el WSJ el domingo. Se centra en particular en el sistema de la aeronave para evitar su desestabilización, conocido como “MCAS” (Maneuvering Characteristics Augmentation System).
Un 737 MAX 8 de Ethiopian Airlines se estrelló el 10 de marzo al sureste de Adís Abeba, matando a 157 personas; mientras que un Lion Air 737 MAX 8 cayó en el mar de Java a fines de octubre, dejando 189 muertos.
Si bien las conclusiones finales de la investigación no se conocerán hasta dentro de varios meses, las autoridades etíopes dijeron el domingo que había “similitudes” entre los dos accidentes: ocurrieron minutos después del despegue tras trayectos de vuelo erráticos.
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Estas tragedias llevaron a la suspensión de uso de los **737 MAX **en todo el mundo, una decisión sin precedentes para un avión que entró en servicio hace menos de dos años.
– ¿Auto-certificación? –
Consultada el lunes, la FAA, regulador del transporte aéreo estadounidense, no comentó sobre las investigaciones en curso, limitándose a afirmar que la certificación del** 737 MAX**, una versión rediseñada del avión más vendido de** Boeing**, el 737, se llevó a cabo de acuerdo con las reglas.
“El 737 MAX **fue certificado por la Administración Federal de Aviación de **Estados Unidos de acuerdo con los requisitos y procesos que rigen la certificación de todas las aeronaves fabricadas por Boeing, nuevos modelos y variantes”, aseguró también el fabricante de aeronaves.
Y agregó que la FAA “examinó la configuración final y los parámetros operativos del sistema MCAS durante la certificación del Boeing 737 MAX, y concluyó que este sistema cumple con todos los requisitos reglamentarios y de certificación aplicables”.
De acuerdo con documentos disponibles en el sitio web de la FAA, el 737 MAX se certificó como una variante del 737 NG, avión al que reemplaza. Por eso, no fue inspeccionado en su totalidad, ya que la FAA no consideró necesario revisar algunos sistemas. Esto no es inusual en aeronáutica cuando se trata de un avión que no es completamente nuevo.
Más inconveniente es, según fuentes concordantes, que ante los recortes presupuestarios y la falta de expertos el regulador haya delegado a los empleados de **Boeing **la certificación del MCAS.
Este sistema fue diseñado específicamente para que el **737 MAX **compensara el hecho de tener motores más pesados que los instalados en el 737 NG y que, por lo tanto, generan un mayor riesgo de desestabilización.
El lunes, la FAA le dijo a AFP que ya había aprobado la revisión de algunos sistemas, incluido el MCAS que **Boeing **está desarrollando.
Por otro lado, no pudo decir qué medida tomó entre el accidente de Lion Air y el de Ethiopian Airlines.
Según un experto aeronáutico que solicitó el anonimato, los cambios estaban listos para fines de año, pero el cierre parcial de las administraciones estadounidenses en diciembre y enero habría retrasado su aprobación e instalación en los aviones.
Peter DeFazio, presidente de la Comisión de transporte de la Cámara de Representantes estadounidense, planea iniciar una investigación sobre la certificación del 737 MAX, según fuentes parlamentarias, que agregaron que no se descartan audiencias públicas de funcionarios de la FAA.
Fuente: AFP