Gareth Bale marcó el tercer gol en el partido entre Real Madrid y Atlético de Madrid el pasado fin de semana. El galés celebró haciendo un gesto contra los aficionados presentes en las tribunas del Wanda Metropolitano.
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El festejo realizado por el galés puede ser considerado como una provocación y hasta obsceno. Por ello, La Liga ha denunciado el caso ante el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol.
“(Bale) agita el brazo derecho llevándoselo a la proximidad de su cabeza, en previsible signo de provocación animosa al público, efectuando posteriormente un ademán de posible significado obsceno y despectivo levantando el brazo doblado y golpeándose en la mitad de él con la otra mano”, se lee en la descripción del caso.
De acuerdo al código disciplinario de la Federación, las conductas que atenten contra la dignidad, decoro deportivo, contrarias al buen orden deportivo, las provocaciones al público pueden ser castigadas severamente.
Si se comprueba que la provocación tenía como propósito la animosidad del público, el infractor recibiría entre cuatro y 12 partidos. Caso contrario, la suspensión irá entre uno a tres encuentros o un mes sin actividad.
El Comité de la Federación, luego de analizar el caso a profundidad, determinará si Bale merece una sanción. De momento, el Real Madrid no se ha pronunciado respecto a la denuncia presentada por La Liga.