Madrid. El Gobierno español está preparado para afrontar las repercusiones de la salida del Reino Unido de la UE en todos los escenarios, incluido el caso de que no haya acuerdo, para garantizar los derechos de los ciudadanos británicos y españoles, aseguró hoy su portavoz, Isabel Celaá.
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En la rueda de prensa posterior a la reunión del Gobierno socialista, Celaá recalcó que el mejor escenario sería una salida concertada pero, si finalmente el Parlamento británico no la aprueba el próximo día 15, el Ejecutivo español también ha previsto un plan de contingencia con medidas para hacer frente a las consecuencias.
“El Gobierno español está preparado para todos los escenarios”, dijo Celaá, quien quiso enviar un “mensaje de absoluta tranquilidad a los actores económicos e institucionales”.
Ese plan de contingencia, explicó la portavoz, incluye acciones normativas, logísticas e informativas, que han sido diseñadas tras analizar las “áreas de mayor impacto” con dos objetivos fundamentales: proteger los intereses de ciudadanos españoles y británicos y preservar los flujos comerciales.
El Ejecutivo español aprobará un decreto, previsiblemente en febrero, que abordará asuntos relacionados con los derechos de ciudadanía, la residencia de los británicos en España, la seguridad social, la asistencia sanitaria y el reconocimiento de títulos académicos y profesionales.
Además, habrá otras normas en el ámbito financiero y aduanero y otras que está preparando el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
Respecto a las acciones logísticas, Celaá señaló que se atenderán necesidades adicionales para el caso de tener que tratar al Reino Unido “súbitamente” como un tercer país y que tienen que ver con aduanas y fronteras.
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El Gobierno español tratará además de facilitar a los ciudadanos y empresas toda la información necesaria sobre las implicaciones del Brexit, para lo que el próximo lunes abrirá una página web.
Todas estas acciones tienen como objetivo paliar las repercusiones de una salida no acordada del Reino Unido de la Unión Europea (UE), según la portavoz del Ejecutivo, quien insistió en enviar un mensaje de “tranquilidad” y “certeza” a ciudadanos y empresas.
El próximo día 15 el Parlamento británico debe votar el acuerdo alcanzado entre Londres y Bruselas para la salida del Reino Unido de la UE, aunque la primera ministra británica, Theresa May, no tiene garantizado el apoyo parlamentario, razón por la que ya retrasó la votación en diciembre.
Si el acuerdo de salida de la UE es rechazado la próxima semana, la primera ministra británica conservadora deberá proponer un plan alternativo en un plazo de tres días hábiles.
Fuente: EFE