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Desde que fue una niña, Colette Divitto, una joven con síndrome de Down de Boston, Estados Unidos, supo que quería vivir de su pasión: la repostería. “Siempre cocinaba después de la escuela y los fines de semana”, contó. Su talento la impulsó a estudiar este arte y, tras culminar su carrera, salió a las calles en búsqueda de trabajo. Allí se encontró con una dura realidad que, en un inicio, la desanimó, pero que terminó haciendo de ella un símbolo de admiración y superación. Su historia se volvió viral en Facebook.
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“Eres muy agradable, pero por el momento, sentimos que no encajas en lo que estamos buscando”, fue una de las más usuales excusas que Colette recibía por parte de los entrevistadores cada que buscaba empleo. “Fue algo muy doloroso y me sentí rechazada”, añadió en conversación con el portal Upworthy.
Si bien es cierto que el rechazo laboral no es inusual para muchos jóvenes, Divitto empezó a preguntarse si, en su caso, el empleo le era negado por tener síndrome de Down.
Sin embargo, y aunque el continuo rechazo fuera desalentador, la joven no se quedó de brazos cruzados. Con ayuda de su madre y hermana, Divitto logró fundar su propia panadería, Colletey’s, en donde serían sorprendidas por el pedido de una importante tienda de Boston llamada Golden Goose Market. El hecho sorprendió a los usuarios de Facebook.
El negocio fue obteniendo popularidad gracias a plataformas como Facebook y, cierto tiempo después, la joven fue entrevistada por CBS News, logrando dar a conocer su historia ante millones de ciudadanos estadounidenses.
Es así que Colletey’s, ahora con 29 años, pasó de hacer 100 galletas por mes a recibir encargos de distintas partes del país. A mediados del pasado diciembre, la pequeña empresa de Collette había recibido más de 10000 pedidos.
Además del éxito comercial que obtuvo, la joven logró cumplir uno de sus mayores anhelos a nivel social: contratar, para su panadería, a personas con discapacidad.
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Actualmente, Collette dirige a unas 13 personas. Gran parte de ellos cuenta con algún tipo de discapacidad; no obstante, esto no significa un obstáculo a la hora de hacer envíos a todo el país.
La joven además dirige cursos dirigidos para personas con discapacidad que desean desarrollar sus propios emprendimientos y que buscan empleo.
Su historia se viralizó en Facebook, plataforma en donde cuenta con miles de seguidores que siguen de cerca todos los pasos de este símbolo de fortaleza.
