El dolor de cabeza es una de las quejas más comunes. No hay estadísticas concretas pero se estima que este problema aqueja a más de la mitad de la población mundial en alguna ocasión de su vida, y en especial en edad adulta.
PUBLICIDAD
Esta condición puede afectar nuestra rutina y nuestras capacidades para realizar actividades, según sea la intensidad. Hay diversos tipos de dolores de cabeza que van desde los más leves hasta crónicos que incluso pueden perjudicar otros sentidos como la visión.
Sus causas son variadas, desde el estrés hasta la deficiencia de magnesio. Te contamos algunas formas de calmarlo con soluciones caseras y rápidas que están disponibles en la rutina.
Aplicar hielo
Uno de los primeros trucos, y de los más efectivos implica aplica frío en la zona de dolor. En una bolsa, preferiblemente hermética, colocar cinco cubitos de hielo. Luego cubrirla con una tela, y ponerla en la zona adolorida durante unos 15 minutos, mientras nos recostamos en un lugar apacible y relajante.
Aceites aromáticos
En la naturaleza se consiguen muchos aliados a la hora de solucionar los problemas de salud. Los aceites esenciales de romero y lavanda, por ejemplo, son ideales para calmar el dolor de cabeza. En caso de tener un infusor en casa agregar unas pocas gotas en una olla con agua e inhalar.
Café
Es importante detectar la causa del dolor de cabeza. El café muchas veces es el motivo, pero también la solución, Tomar un café con poca azúcar puede aliviar el malestar, siempre que no se prepare tan cargado.
Jugo de aguacate
Esta fruta es conocida por sus múltiples propiedades. En el caso de dolor de cabeza es ideal es ideal preparar un jugo usando solo medio aguacate y un manojo de espinaca, además endulzar con miel. Todos estos ingredientes ricos en magnesio ayudarán a aliviar el malestar.
Estiramientos y ejercicios físicos
La tensión muscular es una de las causas más frecuentes del dolor del cabeza. Para demostrar esto se evaluó en Finlandia en un grupo de participantes que presentaban esta queja con frecuencia, aunque 12 meses después de estiramientos y ejercicios la patología se redujo en 69 %.