Las autoridades del estado de Nueva York realizaron una operación sorprendente al confiscar a Albert, un caimán de 350 kilos que vivía como mascota en una casa en Hamburgo, al norte del estado. La inusual situación se dio a conocer a través de una publicación en la página de Facebook del Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York, donde detallaron la operación llevada a cabo para asegurar al reptil.
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Según las autoridades, el propietario de la casa había construido una ampliación y una piscina enterrada para albergar a Albert, un caimán de aproximadamente 30 años. Más preocupante aún, se informó que el propietario permitía que miembros del público ingresaran al agua para interactuar con el caimán, una práctica peligrosa y potencialmente mortal.
¿Tendrías tú también un caimán como mascota?
El propietario del gigantesco caimán, identificado como Tony Cavallaro, expresó su afecto por el reptil, al que consideraba parte de su familia. Sin embargo, las autoridades señalaron que la licencia de Cavallaro para poseer a Albert había expirado en 2021 y que sus intentos de renovarla fueron infructuosos. Incluso si hubiera tenido la licencia vigente, el contacto público con un animal de este tipo está prohibido y conlleva la cancelación de la licencia.
El rescate de Albert fue una operación coordinada entre agentes de Conservación Ambiental, la policía local y la SPCA del condado de Erie. El caimán ahora está bajo el cuidado de un cuidador autorizado. Se espera que sea trasladado a un lugar donde pueda recibir atención permanente.
Este caso llama la atención sobre la necesidad de un manejo adecuado de la vida silvestre exótica y de respetar las regulaciones establecidas para la posesión de animales peligrosos. Las mascotas exóticas pueden representar un peligro tanto para las personas como para los propios animales, y subraya la importancia de aplicar medidas de seguridad y cumplir con las leyes pertinentes.