Estilo de Vida

El ritmo cardíaco se puede reducir al escuchar palabras relajantes mientras se duerme

El cuerpo en descanso también puede generar desarrollos mentales

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Investigación desarrollada por el Centro de Investigación Ciclotrón de la Universidad de Lieja, en Bélgica, en colaboración con la Universidad de Friburgo, en Suiza, aseguran que el cuerpo, mientras está dormido, puede reaccionar al ambiente que lo rodea.

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Los análisis se basaron en entender como se reacciona con respecto a los latidos del corazón cuando se escuchan diferentes palabras mientras se duerme, descubriendo que las palabras relajantes ralentizaban la actividad cardíaca como reflejo de un sueño más profundo, esto en comparación con las palabras neutras que no tenían el mismo efecto.

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Palabras que garantizan el buen dormir

El estudio analizó datos cerebrales para determinar que las palabras relajantes aumentan la duración y la calidad del sueño profundo. Se determinó que el cerebro sigue siendo capaz de interpretar información sensorial de una manera que hace que el cuerpo esté más relajado después de escuchar palabras relajantes durante el sueño

El lado de la cama en el que se duerme destapa mucho sobre quiénes somos
El lado de la cama en el que se duerme destapa mucho sobre quiénes somos | (Pexels)

Se cree que para que esto sea posible la actividad cardíaca influye directamente en cómo se percibe lo que rodea al ser humano. Con estos nuevos hallazgos, los investigadores de la universidad de Lieja demuestran que esto también ocurre durante el sueño, ofreciendo una nueva perspectiva sobre el papel crucial de las reacciones corporales, más allá de los datos cerebrales, en la comprensión de nuestro sueño.

Athena Demertzi, una de las líderes del Fondo para la Investigación Científica e investigadora asociada del FNRS, detalló que “la mayor parte de la investigación sobre el sueño se centra en el cerebro y rara vez investiga la actividad corporal. Sin embargo, planteamos la hipótesis de que el cerebro y el cuerpo están conectados incluso cuando no podemos comunicarnos completamente, incluyendo durante el sueño. Por lo tanto, es necesario tener en cuenta tanto la información del cerebro como la del cuerpo para una comprensión completa de cómo pensamos y reaccionamos a nuestro entorno”.

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