El envejecimiento es un proceso natural que afecta diversas facetas de la vida, y la movilidad no es una excepción. La ciencia ha estado investigando la relación entre la edad y la capacidad para manejar un vehículo de manera segura, y los resultados sugieren que hay un punto en el tiempo en el que es aconsejable reconsiderar estar al volante.
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Según estudios científicos, la edad en la que la movilidad puede comenzar a declinar de manera significativa varía entre individuos, pero algunos investigadores sugieren que alrededor de los 70 años, muchos experimentan cambios físicos y cognitivos que pueden afectar su habilidad para conducir de manera segura. Estos cambios pueden incluir disminución de la visión, tiempo de reacción más lento y reducción de la agudeza mental.
La visión se puede ver afectada con los años
Un estudio del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Estados Unidos señala que, a medida que envejecemos, las funciones cognitivas y físicas asociadas con la conducción segura pueden deteriorarse. Esto incluye la disminución de la vista periférica, la capacidad para dividir la atención entre diferentes estímulos y la coordinación motora.
Es importante destacar que la decisión de dejar de conducir no debe basarse únicamente en la edad, sino en la evaluación continua de las habilidades individuales. Algunas personas mayores pueden mantener una buena movilidad y agudeza mental más allá de los 70 años, mientras que otros pueden experimentar un declive más temprano.
Los expertos recomiendan realizar evaluaciones regulares de habilidades de conducción a medida que envejecemos. Estas evaluaciones pueden incluir pruebas de visión, reflejos y coordinación. Además, la conciencia y la disposición para adaptarse a las limitaciones individuales son esenciales. En algunos casos, ajustes como conducir solo durante el día o evitar situaciones de tráfico intenso pueden ayudar a mantener la independencia sin comprometer la seguridad.