Muchas personas se lamentan por su día a día, sin saber que hay gente que pasa situaciones peores, y que a pesar de eso, viven a plenitud, dando el frente a la vida. Esto es lo que hace reflexionar la vivencia diaria de los niños en una ciudad de Colombia, donde las precarias condiciones económicas, los obligan a ponerse en riesgo de morir para poder ir a la escuela.
PUBLICIDAD
Ante la falta de un puente, los pequeños enfrentan cada día el peligro extremo. Para llegar al colegio tienen que atravesar el río Gaira cerca de la ciudad Santa Marta, pero el detalle está en que no hay puente, por lo que se ven obligados a caminar sobre un tubo, sujetándose de una cuerda floja. No hay otra vía.
La historia la reseñó New York Post, que precisó que los infantes residen en Villa Leidy. El río Gaira está lleno de caimanes, por lo que ante el más mínimo descuido, no sólo están en riesgo de golpearse o ahogarse, sino de ser devorados por estos reptiles, ansiosos de carne.
La tubería por la que caminan es la que abastece de agua potable a todo el pueblo. Según se lee en el citado medio, habitantes de la zona contaron que el puente anterior era de madera y que se cayó en julio pasado. Lo construyó la misma comunidad ante la inacción de la Municipalidad en construir un puente seguro.
“En este momento, los niños corren el riesgo de ser arrastrados por el río porque no tienen un puente decente para cruzar”, dijo Dorisa Fadul, madre de uno de los escolares que cruza a diario el puente.
Toda una comunidad
No sólo los estudiantes, sino que todos los habitantes de Villa Leidy se ven obligados a cruzar el improvisado puente con la cuerda floja para poder salir.
Residentes de la zona han hecho la solicitud de un puente a la Alcaldía, pero no les han dado respuesta.
Eduardo Fadul explicó que cuando el río está con el nivel de agua bajo, se puede usar balsa, pero que cuando está alto, es un mayor peligro porque pueden ser arrastrados por la fuerza del agua. Cuando es así, les toca pasar por el tubo.