La adolescencia es una etapa crucial en la vida. Lo que ocurra en esta fase puede impactar en el resto de los años, tanto a nivel físico, como emocional. Científicos demostraron que lo que se come siendo adolescente, puede aumentar o reducir el riesgo de cáncer de mama en la adultez.
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El motivo por el que esta etapa es determinante es porque el cuerpo está en pleno desarrollo, de modo que lo que utilice de los alimentos afectará cómo será el cuerpo en los años siguientes.
Estudios ya han demostrado que una dieta rica en azúcares, carbohidratos y alimentos procesados incide como factor de riesgo para distintos tipos de cáncer y enfermedades en general. Si este tipo de comidas son excesivas en la adolescencia, aumenta el riesgo de cáncer de mama.
El tema lo publicó el portal New York Times en base a un estudio de la revista Breast Cancer Research que demostró que el exceso de comidas azucaradas, carbohidratos y procesadas en los adolescentes eleva el riesgo de cáncer de mama en su vida adulta.
“El desarrollo de los senos durante la pubertad produce una ventana vulnerable de varios años. Cualquier agresión ambiental, incluidas las radiografías de tórax excesivas o los productos tóxicos de la comida rápida, puede amplificarse si ocurre durante la pubertad. La comprensión de este vínculo entre el desarrollo mamario y el futuro cáncer de mama debe utilizarse para informar las pautas nutricionales para las adolescentes”, explican los expertos, según se lee en el citado medio.
Tomando en cuenta lo expuesto, hay que minimizar las comidas chatarras y azucaradas. The Post indicó que Línea de Salud precisa que según la Universidad Médica de Carolina del Sur, estos tienen altas concentraciones de productos finales de glicación avanzada (AGE), que causan enfermedades.
“Los AGE se forman cuando el azúcar interactúa con las proteínas o grasas en el torrente sanguíneo”, dice The Post, que detalla que los AGE elevados causan cáncer de mama.
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Estudios con ratones
New York Times explicó que para el estudio, alimentaron a ratones en pubertad con comida a base de glucosa a 248 grados Fahrenheit durante 15 minutos, esto elevó los niveles de AGE, que están en alimentos fritos o asados.
Además del grupo de ratones con dieta alta en AGE, había otro grupo con una dieta normal y otro con una dieta baja en AGE.
Solamente el grupo de ratones con AGE altos, desarrollaron células mamarias anormales.
En definitiva, la conclusión es no excederse con la comida chatarra, con frituras, azúcares, harinas refinadas o alimentos procesados. Pueden disfrutarse, pero sin pasarse de la raya. Esto podría ayudar a una vida adulta saludable.