Por increíble que parezca, una mujer decidió casarse con ella misma. Hizo todos los preparativos y supuestamente gastó un promedio de cinco mil dólares en el matrimonio. No quiso suspender su sueño de boda con un gran amor, así que quiso demostrar que con ella misma, es más que suficiente, porque ella sí se ama.
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Se trata de Andria Johnson, una mujer estadounidense de Maryland. Según publicó New York Post, realizó una ceremonia privada vestida de blanco en Tulum, México. No invitó a nadie. Fue un acto personal e íntimo con el que a la vez festejó sus 39 años.
Semanas antes, hizo el anuncio en su cuenta de TikTok @chasingmania: “Solo quería anunciar un día muy especial en las próximas semanas que durará toda la vida! Estaré encantado de responder cualquier pregunta a medida que se acerque el gran día, ¡pero los mantendré a todos informados sobre este viaje a medida que llegue”, dijo en ese entonces.
Johnson estuvo casada a los 31 con un hombre 14 años mayor que ella. El citado medio dice que se divorció en el 2018 y que le afectó tanto que tuvo que ir a terapia. Desde ese entonces, comprendió la importancia del amor propio.
“En mi primer matrimonio cometí el error de dedicarme a amar incondicionalmente a otra persona sin darme primero ese mismo amor a mí misma”, dijo, según se lee en The Post.
La mujer dijo que la ceremonia es una manera de festejar una nueva etapa de amor propio en su vida. “Quería celebrar mi nueva relación conmigo misma haciendo lo que debería haber hecho hace años”.
Destacó a MediaDrumWorld que “me amo a mí misma y me encantaría ser la persona casada conmigo”.
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Su decisión fue tan importante para ella, que ella misma se regaló su anillo de compromiso. A partir de ese momento, comenzó la cuenta regresiva para el matrimonio.
Críticas por su salud mental
Andria Johnson contó que cuando trascendió la noticia de su boda con ella misma, recibió muchas críticas tanto en el trabajo, como en las redes sociales. Muchas personas la tildaron de loca. La situación llegó a un punto en el que su empresa inició una investigación para evaluar su salud mental.
La mujer comentó que fue difícil, tanto que puso en duda su decisión de casarse con ella misma. No obstante, dio el paso y siguió con los preparativos.
El día del matrimonio, lució un vestido blanco tradicional, de seda, con corte sirena y escote pronunciado.
Antes de caminar al altar, se metió en un cenote. Contó que lo hizo como símbolo bautismal de su renacimiento como una mujer que se ama a sí misma. Luego, se puso su vestido de novia, dijo sus votos en voz alta y se puso el anillo. “Fue una experiencia increíble”, dijo.
