El encanto de disfrutar de un helado en un hermoso muelle frente al mar puede ser incomparable, pero una reciente grabación viral nos recuerda la importancia de estar alerta incluso en los lugares más idílicos. En este video, una gaviota audaz se convierte en la protagonista de una escena hilarante al arrebatar el helado de vainilla de las manos de una desprevenida visitante.
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El clip se ha convertido en un fenómeno en las redes sociales, acumulando casi 89 mil likes y más de 600 comentarios en tan solo algunas horas. El video, que fue subido por la cuenta de Instagram @memezar, se ha vuelto un éxito instantáneo entre sus más de 22 millones de seguidores.
Una mujer casi pierde su helado a manos, o pico, de una gaviota
En la grabación, se puede ver a una mujer parada en un muelle, disfrutando de su delicioso helado de vainilla mientras admira la vista del mar. Sin embargo, lo que ella no nota es que una gaviota astuta la ha estado observando de cerca. La gaviota, con la paciencia que solo las aves marinas pueden tener, realiza varios intentos de acercarse al helado sin que la mujer se dé cuenta.
Planea sobre ella, estudia su objetivo y finalmente, como un experto ladrón del cielo, se lanza en picada y con precisión milimétrica, logra saborear el helado antes de que la mujer pueda reaccionar. En cuestión de segundos, la gaviota desaparece de la vista de la visitante, dejándola con una expresión de sorpresa y desconcierto.
Los comentarios en la publicación no se hicieron esperar. Entre risas y asombro, los usuarios de las redes sociales escribieron frases como “Ella no tenía conciencia situacional”, “Es una locura cómo algunas personas no tienen conciencia de lo que les rodea”, y “nivel de conciencia: principiante”.
Cuidado con las gaviotas
La escena, además de ser divertida, sirve como recordatorio de que, en lugares públicos y al aire libre, siempre es importante mantener la atención en nuestro entorno. La conducta de las gaviotas en zonas costeras y muelles es conocida por su oportunismo y astucia.
Estas aves, que han aprendido a convivir con la presencia humana, no son ajenas a la búsqueda de alimentos fáciles. No es raro verlas acechando a los visitantes en busca de bocados descuidados, como patatas fritas o, en este caso, helados.