En un emocionante encuentro que rompe las barreras del tiempo y la distancia, Jimmy Lippert Thyden finalmente pudo abrazar a su madre biológica, María Angélica González, 42 años después de haber sido robado al nacer en un hospital chileno.
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El conmovedor episodio marca el final de una búsqueda incansable y el inicio de una nueva conexión entre madre e hijo, que la dictadura de Augusto Pinochet intentó separar.
El momento más especial de sus vidas
La historia de Thyden es una de las miles de historias de bebés robados en tiempos de la dictadura en Chile. Después de años de crecer en una familia adoptiva en Estados Unidos, Thyden sintió el llamado de su origen y emprendió una búsqueda que lo llevaría de regreso a Chile, donde finalmente se reuniría con su madre biológica.
El encuentro, que ocurrió el 17 de agosto en la casa de González, se vivió con un cúmulo de emociones. Thyden y González se abrazaron entre lágrimas, compartiendo un momento que compensaba décadas de separación. El abrazo significaba mucho más que palabras, ya que simbolizaba la superación de obstáculos, la verdad descubierta y la unión que el tiempo y la distancia no pudieron romper.
La historia de reunión comenzó cuando Thyden se unió a la organización sin fines de lucro Nos Buscamos, que ha estado trabajando para reunir a personas adoptadas con sus familias biológicas en Chile. Con la ayuda de pruebas de ADN y conexiones familiares, Thydenlogró descubrir su verdadera identidad y ubicar a su madre biológica.El caso de Thyden es un ejemplo conmovedor de la resiliencia humana y la búsqueda de la verdad y el amor. A pesar de las dificultades y el tiempo transcurrido, su perseverancia le permitió finalmente abrazar a la madre que le fue arrebatada al nacer.
