El trabajo en el hogar es una de las profesiones menos reconocidas y valoradas en la sociedad actual. A pesar de ser una labor fundamental para el funcionamiento y bienestar de las familias, a menudo queda en un segundo plano y no recibe la atención, ni la valoración que merece.
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Una usuaria de TikTok, conocida como @themamabrianna, decidió enfrentar esta realidad y tomó medidas para cambiarla. Su estrategia consistió en cobrarle a su esposo 250 euros por limpiar la casa, todo ello sin que él se diera cuenta.
El hombre le da el dinero, pero lo que no sabe es que es ella misma quien limpia, y no otra persona como empleada doméstica. La mujer compartió su ingenio por medio de su cuenta de TikTok, en donde se hizo viral.
La historia detrás del video es reveladora. Brianna cuenta que todo comenzó cuando quedó embarazada y necesitó ayuda adicional para mantener la casa limpia. Aunque su esposo inicialmente se opuso a contratar a alguien debido al costo, finalmente accedió.
“Hace años, cuando estaba embarazada y pasaba por dificultades, le pedí que contratáramos a un limpiador de casas. En ese momento, mi esposo consideró que no estaba dentro de nuestro presupuesto”, explicó Brianna.
Aprovechando la oportunidad
Sin embargo, unos meses después, él le propuso la idea de tener un limpiador de manera regular.
La mujer aprovechó esta oportunidad para introducir su estrategia. Le dijo a su esposo que ella se encargaría de todo y que solo necesitaría 250 dólares al mes en efectivo para pagar al limpiador. Lo que el hombre no sabe es que ese dinero va directamente a ella.
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“El primer día de cada mes, 250 dólares son retirados de la cuenta bancaria de mi esposo. Ese mismo día, la casa recibe una limpieza profunda”, confiesa Brianna. Pero eso no es todo, ella también revela sus planes de usar ese dinero para iniciar un costoso nuevo pasatiempo.
Este relato pone de manifiesto una realidad compleja en la que el trabajo doméstico y el cuidado de la familia no siempre son valorados de la manera que deberían ser.
A través de su video viral, Brianna no solo compartió su astuta estrategia, sino que también generó una conversación en torno al reconocimiento y la remuneración de estas tareas esenciales en el hogar.
