Se trata de un ingrediente tan antiguo como versátil. La canela es la preferida de muchas recetas de la pastelería también para darle un toque especial a las bebidas, pero además esconde muchas propiedades en la cosmética y en el tratamiento de varias patologías.
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En la cultura milenaria, la canela fue utilizada para curar diversas enfermedades, aunque también tuvo un uso en los tratamientos de belleza de los poderosos especialmente aquellos preocupados por las molestas arrugas o darle una mejor apariencia a nuestra piel. Conoce cómo sacarle provecho y convertirla en un imprescindible en el hogar.
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Contra la pérdida de peso
Antes de ensayar con cualquier método de salud siempre es importante consultar con los expertos. En el caso de la canela como un aliado de quienes buscan perder peso, es muy recomendada ya que tiene efecto protector en la obesidad e incide en el consumo energético y la oxidación de la grasa, aseveran varios estudios científicos.
Además desinflama el abdomen y reduce el colesterol. ¿Cómo incluirla en la dieta? Se aconseja tomar té de canela a la hora del desayuno o agregar una cucharada en polvo en el yogurt, cereal o algún batido.
Mascarilla contra la grasa
La canela es cada vez más usada en la cosmética, no solo por sus propiedades aromatizantes, si no para la salud de nuestro cutis. Una forma de sumarla a la rutina de belleza, es en mascarillas caseras, mezclando este ingrediente con varias cucharadas de miel, incluso con un plátano y yogurt.
Esta mascarilla se puede untar en el rostro y dejar actuar por varios minutos. Repetir este tratamiento mejorará el aspecto de la piel que lucirá menos brillante y más hidratada.
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Cabellera más radiante
La salud capilar es tan importante como cualquier otros aspecto de nuestro cuerpo. Lucir un cabello radiante y sano es reflejo de salud, por eso es importante mantenerlo cuidado también con la ayuda de la medicina natural.
Las mascarillas a base de canela y aceite de oliva, por ejemplo, son una opción para devolver el brillo a la melena, además de evitar la resequedad y, por si fuera poco, hacer que huela muy rico.
