Hay etapas en la vida que no son fáciles para todas las personas. Esto fue lo que sintió Billie Steele, una mujer australiana de 51 años, que contó cómo se hundió en la depresión y ansiedad al odiar su cuerpo tras la menopausia. Su estado de ánimo estuvo tan decaído, que llegó a pensar en el suicidio, pero lo superó y contó cómo hizo para sobrevivir y levantarse más fuerte que nunca.
PUBLICIDAD
La historia de Steele la reseñó el portal New York Post que indicó que le llegó la menopausia a los 48 años. Para ese entonces, ya ella estaba emocionalmente impactada por cómo quedó su cuerpo después de su segundo embarazo a los 35 años, ya que aumentó 191 libras. A los 46 años, ya había perdido 66 libras. Sin embargo, su cuerpo no era el mismo. Su estado anímico cayó más cuando llegó la menopausia.
Billie, madre de dos hijos, confesó que en la fase menopáusica, llegó a sentirse “insegura, inútil y desagradable”. Según el citado medio, la mujer contó a South West News Service que “tenía planeado quitarme la vida hace varios años, y estuve muy cerca de ejecutar ese plan”.
Afortunadamente, ella fue consciente de que necesitaba ayuda, así que desesperadamente, llamó a un centro de rehabilitación. “Les rogué que me llevaran porque literalmente no sabía cómo seguir adelante con mi vida”, relató.
En el centro de rehabilitación, recibió tratamiento por depresión, trauma y ansiedad.
“Entonces comencé a preguntarme si podría manejar mis problemas de salud mental con un cambio de estilo de vida, y fue entonces cuando comenzó a filtrarse un plan tentativo para el cambio”, manifestó a SWNS.
Entrenamiento físico
Después de salir de rehabilitación y enfocada en recuperarse, Billie comenzó a ir a un gimnasio local. Al principio, no se sentía cómoda, pero siguió yendo, hasta que poco a poco, comenzó a sentirse más fuerte física y mentalmente.
PUBLICIDAD
“Tuve más confianza en el uso del equipo, me estaba volviendo más fuerte mental y físicamente y mi estado de ánimo comenzó a cambiar. Comencé a sentirme esperanzada, en lugar de sentirme un poco mal todo el tiempo. Empecé a sentirme como antes”, dijo.
No sólo entrenaba, sino que eliminó el alcohol, los alimentos procesados y el azúcar de su dieta.
Su cambio fue total. Ahora, se ve al espejo totalmente transformada y lo mejor, es que lo que ve en el exterior, es reflejo de su interior. Una mujer renovada, que decidió no quedarse hundida en la depresión, sino levantarse y cambiar en pro de mejorar.
Aconsejó a las mujeres que se lleguen a sentir como ella se sintió, que comiencen a entrenar y que para eso, no necesitan un gimnasio. Pueden hacerlo en casa, así sea caminando 10 veces alrededor de la misma.
Billie expresó que ha mejorado no solamente cómo se ve, sino su salud mental, su calidad de sueño y movilidad.
“Los últimos dos años han sido mucho más que un simple viaje de acondicionamiento físico. He aprendido más sobre mí mismo en los últimos dos años que en los últimos 50″, expuso.