Tras haber discutido este tema por algunos meses, España se ha convertido oficialmente en el primer país europeo que reconoce a las mujeres el derecho a una baja laboral por una menstruación dolorosa e incapacitante, tal como recoge la reforma de la ley del aborto, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados este jueves.
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Esta reforma, rechazada por los partidos de derecha, considera la salud menstrual como un derecho y como parte del derecho a la salud.
De acuerdo con un estudio realizado por el sindicato español Unión Sindical Obrera (USO), el 53% de las mujeres sufre reglas dolorosas y en jóvenes sube al 74%.
Esta ley además contempla combatir el aspecto económico de la menstruación, apostando por la gratuidad de los productos de higiene menstrual -tampones, compresas o copas menstruales- en centros educativos, prisiones y centros sociales para las mujeres en situación de vulnerabilidad.
Sin embargo, el núcleo de la reforma de la ley del aborto está en garantizar la realización de interrupciones voluntarias del embarazo en centros sanitarios públicos y elimina la exigencia de autorización paterna para las menores de 16 y 17 años.
Asimismo, mantiene los plazos fijados por ley en 2010 y avalados por el Tribunal Constitucional recientemente, con lo que el aborto seguirá siendo libre durante las primeras 14 semanas de gestación.
Además de esto, introduce nuevos derechos, como este de las bajas laborares por menstruación dolorosa, y también el derecho a la incapacidad temporal desde el primer día de la semana 39 del embarazo y mientras se reciba asistencia sanitaria por un aborto y no se pueda trabajar. También se garantiza el acceso público y universal a la anticoncepción.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, que defendió la reforma legal ante los diputados, celebró la aprobación definitiva de la nueva ley que “amplía” los derechos de las mujeres, no “sólo el derecho al aborto, sino los derechos sexuales y reproductivos porque sin ellos, las mujeres no son ciudadanas de pleno derecho”, dijo.