Ali el-Sharkawy es un fisicoculturista con clasificación nacional en Egipto, quien pasa el día recogiendo basura para poder financiar su carrera y mantener su sueño como deportista.
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A pesar de su alto nivel no cuenta con el apoyo por parte de las autoridades del deporte en su país. Su historia la reseñó New York Post, que precisó que tiene dos medallas de bronce en campeonatos nacionales.
El atleta, de 29 años, entrena en las noches y en el día recoge basura como su medio de sustento y financiamiento. Quien lo ve fuerte y musculoso, levantando las pesas que definen su cuerpo, seguramente no se imagina que Ali trabaja como recolector de desechos. No le queda de otra. El joven atleta expresó a Reuters que “ojalá hubiera otras opciones”.
Como él, muchos atletas egipcios costean su carrera por cuenta propia. Luchan por sí solos, no tienen apoyo nacional, ni internacional. Los aplauden, les dan medallas y los ovacionan, pero el verdadero respaldo y empuje no lo reciben por parte de las autoridades.
Entonces, ¿Qué pasa? la respuesta es silente por parte de las autoridades en su país. Solo la lucha y el esfuerzo individual por sacar a flote su carrera es lo que puede hacerlo prevalecer.
Ganancias
Reuters detalla que para recolectar la basura, Ali usa un carro o una especie de carreta, que es tirada por un caballo. En la carreta coloca los desechos, que luego vende para generar ganancias en su ciudad natal Gharbia, situada en el delta del Nilo.
El deportista gana al día 6.56 dólares por la basura recolectada. Con esto trata de cubrir, no solo el pago en el gimnasio, sino también la alimentación estricta que se requiere para ser un fisicoculturista.
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Una persona que se dedica a este deporte, debe tener una dieta rica en proteínas como pollo, carnes magras, huevo, entre otros. A esto se suman, suplementos alimenticios y vitáminicos.
Ali reconoce que no tiene apoyo. Quiere participar en competencias internacionales, pero esto amerita invertir económicamente en su preparación.
Contó que en su país, el respaldo solo lo dan a deportistas de disciplinas grupales o de equipos como el fútbol, pero no a los individuales.
Sin embargo, él se mantiene en la lucha, persiste en su meta, demostrando que su fuerza no solo está en su músculos, sino también en su voluntad y perseverancia.