Algunas personas piensan que dejar de comer un día los ayudará a adelgazar de forma rápida y segura, sin tener en cuenta los riesgos que implica para la salud pasar demasiadas horas sin ingerir alimento.
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Debido a la popularidad que ha alcanzado el ayuno intermitente, donde las personas deciden dejar de comer por un día entero o se limitan a comer solo un plato al día, muchos han llegado a creer que es seguro hacerlo.
Sin embargo, el cuerpo ya pasa muchas horas sin comer cuando dormimos, al despertar necesita alimento para poder obtener la energía que necesita para funcionar correctamente, de lo contrario, se puede producir un déficit de azúcar.
¿Qué estragos produce en el cuerpo pasar un día sin comer?
Pese a que algunos estudios han proclamado los beneficios que puede ofrecer el ayuno intermitente, lo cierto es que solo resulta beneficioso en personas con ciertos problemas de salud, como la diabetes, la obesidad, algunos tipos de cáncer y la apnea del sueño.
Pero este tipo de prácticas también produce una serie de efectos secundarios a tener en cuenta, como el dolor de cabeza, el cansancio, los mareos y, en ocasiones, también se puede llegar a perder el conocimiento y provocar cambios de humor.
El hambre que ocasiona el ayuno tampoco resulta beneficiosa para la pérdida de peso, ya que hace que las personas tengan poco autocontrol y cuando se les presente la oportunidad de comer, ingieran mucho más de lo necesario.
Aparte, pasar horas sin comer dificulta la concentración, puesto que al cerebro le hará falta glucosa. Esta glucosa sería el equivalente de la gasolina en un coche, y como bien sabemos, sin gasolina los coches no pueden arrancar.
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También se debe tener en cuenta que el ácido gástrico irritará el estómago ya que no tendrá alimentos que procesar, lo que podría acabar en una gastritis.
Pero la consecuencia más grave de estos ayunos, si se hacen de forma regular, es que podrían generar un daño neuronal, que en algunos casos será irreversible.
