El caso de Lindsay Marsh indignó a la comunidad de Utah, cuando, luego de solicitar el divorcio en abril de 2021, un juez ordenó que su ex esposo, Chris Marsh, se quedaría con un álbum de fotografías boudoir (en lencería o desnudos con una perspectiva artística) que ella le había regalado años antes.
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Lindsay contó a The Independent que ella pensó que se quedaría con las fotografías ya que supuso “que esas fotos me pertenecerían ya que son de mi cuerpo”. Sin embargo, un juez de divorcio en el condado de Davis no lo vio así y, en cambio, falló a favor del ex marido.
La mujer explicó que su ex pareja “no pidió ninguna [fotografía] de nuestros hijos. No pidió de nadie de nuestra familia, ninguna de nuestras mascotas”, pero sí solicitó conservar el álbum de fotos de desnudos.
El magistrado Michael Edwards determinó que Chris podía quedarse bajo el argumento de Marsh de que el álbum era un recuerdo de su matrimonio fallido, informó The Salt Lake Tribune, aunque las instrucciones dadas por el juez es que esta sea una versión editada del álbum con las inscripciones escritas siempre que un tercero censurara las imágenes, lo que, según Lindsay, es una violación de su privacidad.
“En esos momentos de tu matrimonio, crees que puedes confiar en tu pareja... y luego pedir algo así, como si fueras solo una parte de su propiedad, como si le pertenecieras, de alguna manera, es inimaginable para mí”, expresó Lindsay, quien tiene tres hijos adultos con su exesposo.
El divorcio finalizó en julio y se le ordenó a Lindsay que conservara el álbum durante 90 días en caso de que Chris decidiera que las “ediciones” no le gustan. Sin embargo, cuando se acabe ese tiempo, Lindsay ya tiene claro lo que hará:
“Quemarlas. Tendré una fiesta con todos mis viejos amigos, los nuevos amigos que he hecho a lo largo de este viaje, y las quemaremos”, reveló a The Independent.
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Por su parte, Chris contó a CNN en un comunicado que solo había pedido el álbum por lo que su exesposa había escrito en él, no por el contenido erótico.
“Eran cosas que se escriben entre una esposa y su esposo, y así me sentí en ese momento. No es como me siento ahora”, explicó la mujer. “Y que estos tres hombres decidieran qué sucederá y quién podrá ver mi cuerpo fue muy impactante”, añadió Lindsay, refiriéndose a su exesposo, su abogado y el juez Edwards. “No quiero que nadie esté en esta situación nunca. Nadie debería tener que sentir que pertenece a otra persona”.