Otra de las historias que eran parte de la vida de la recién fallecida Reina Isabel II eran los lujos que les otorgaba a sus perros. Según reseñan medios internacionales, la raza preferida de la monarca eran los corgi, originarios de Gales.
PUBLICIDAD
Los peluditos reales tienen sus propios empleados, por lo que muchos señalan que son mejores tratados que un ser humano, porque tienen todos los lujos auspiciados por la corona.
Tienen su propio chef personalizado que les prepara la comida gourmet, que debe estar lista a las 17h00 para que lo caninos puedan quedar satisfechos con su cena. El menú es elaborado a diario y siempre con ingredientes frescos y de mejor calidad.
Además existen otros trabajadores que los alimentan, los limpian y los sacan a pasear. Es decir que los animales de la corona tiene su propia corte que los mima.
Cuentan con unas lujosas y amplias habitaciones donde las sábanas son cambiadas a diario, en el palacio de Buckingham. Estos espacios se denominan. ‘la sal corgi’.
Por otro lado los perros no viajan en transporte público, muchos menos pisan las calles o parques de Londres. Los cuadrúpedos solo viajan con su majestad en los aviones de la corona.
Si una de las mascotas muere, los corgis de Isabel II eran enterrados en una finca de Sandringham. Es decir que tenían su propio cementerio. De igual forma, cada uno tiene una lapida especial y personalizado ordenada por la misma monarca.
[ Funeral de la Reina Isabel II ya tiene lugar y fecha definidaOpens in new window ]
