En las redes sociales circula un video en el que se observa cómo ciclistas de montaña al ver a un perro que tiene la cabeza metida en una botella de plástico, detuvieron su camino y se acercaron para ayudarlo. Lo más emotivo es la reacción del perro que dudo en mostrar su felicidad. El hecho se registró en México.
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Prácticamente los ciclistas le salvaron la vida al perro, ya que tenía toda la cabeza metida en una botella plástica de gaseosa, que genera dudas de cómo fue que pudo haber quedado así, si fue él mismo tratando de tomar el líquido o tuvo manos criminales.
Los ciclistas al verlo se acercaron y entre dos lograron rasgar la botella de plástico para que se le pudiera liberar el hocico al perro. Una vez pudo volver a respirar bien, el perro se sacudió y empezó a mover su cola a gran velocidad, se acercó a los que le ayudaron y le saltaba de felicidad.
“Quién sabe hace cuánto tiempo llevaba así”, se escucha decir a uno de los ciclistas que estaban en el lugar. “Ahora quítatelo de encima”, entre risas le dice el ciclista que graba el video al compañero que ayudó al perro.
“Orgullosa de mi hijo y mi nieta que se toparon con ese perrito. Son ciclistas de montaña”, escribió la abuela orgullosa al ver el video.
El daño del plástico a los animales
Según WWF al mar se arrojan trece millones de toneladas de plástico cada año, lo que equivale a un camión de basura que vacía una carga completa en el océano cada minuto.
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Por esa razón, 100.000 animales marinos mueren por los plásticos cada año. Unas de las más afectadas son las tortugas, que confunden las bolsas de plástico con las medusas y también les pasa a las aves marinas, que terminan con sus estómagos llenos de artículos de plástico. Estos desechos también afectan la salud de los arrecifes.
