Aunque sólo fue a una consulta ginecológica para que le retiraran su dispositivo intrauterino, un mal procedimiento provocó que perdiera ambas piernas y que le fueran extirpados el útero y un ovario.
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En función de los publicado por el portal Sputnik Mundo, cuatro años después, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) determinó que la joven de 27 años—cuya identidad ha sido protegida por las autoridades humanitarias— llegó a ese estado de salud debido a una serie de actos negligentes de los médicos que la atendieron en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el organismo de salud pública más grande de México.
El procedimiento erróneo fue llevado a cabo por especialistas adscritos al Hospital General Regional Número 1 y a la Unidad de Medicina Familiar Número 9, en el estado de Querétaro.
El motivo
La razón por la cual la mujer sufrió la amputación de sus dos extremidades y la extirpación de sus órganos reproductivos fue una operación equivocada que condujo a una infección que se extendió a más partes del cuerpo y terminó en un choque séptico.
Los documentos de la CNDH detallan que los médicos le retiraron el dispositivo intrauterino en una postura incorrecta y sin haberle realizado un ultrasonido o una radiografía previamente. Además, se relata que visitó la unidad médica en tres ocasiones. En ninguna de ellas se le facilitaron estudios de laboratorio a la paciente: sólo se le instruyó un tratamiento médico que no tuvo éxito en contra de una supuesta infección en vías urinarias y una colitis.
Días después, la mujer regresó al hospital porque no bajaba el dolor, que ya se había trasladado a la parte lumbar. Sin estudios, los médicos le diagnosticaron lumbalgia aguda. Horas después, el estado de salud de la joven empeoró: padecía deshidratación, gastroenteritis infecciosa y registraba una importante pérdida de sangre. Su condición fue descrita como grave y, ahora sí con estudios y pruebas, se determinó que había una sepsis, por lo cual tuvo que ser intubada, recibir transfusiones de sangre e incluso fue reanimada por un infarto.
Por ese motivo, la Comisión exigió al director del IMSS, Zoé Robledo, iniciar el proceso de reparación del daño causado a esta mujer, quien debe recibir “una compensación económica suficiente” y “acceso a programas sociales que le brinden oportunidades de desarrollo”.