Elon Musk es el hombre con mayor fortuna en el mundo, de acuerdo a la lista de Forbes. Eso conlleva a llevar una serie de empresas que han logrado el éxito comercial a niveles muy elevados. No obstante, en el caso del magnate, esas metas cumplidas lo han llevado a transformar el mundo.
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Con Tesla, Musk obligó a otras empresas de la industria automotriz a revisar sus planes de fabricación con autos eléctricos, con SpaceX la humanidad ve cada vez más cerca la posibilidad de pisar Marte, con Starlink se espera que el Internet de banda ancha sea de más fácil acceso en todos los rincones del mundo. Y las expectativas por Neuralink (empresa de neurotecnologia especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, implantables), Solar City (desarrollo de energía alternativa) y Boring Company (excavación de túneles de transporte) son muy alentadoras.
Eso demuestra una capacidad del sudafricano de impulsar a sus equipos de trabajo a llevar a cabo sus ambiciosos proyecto. El liderazgo junto a su gran visión, son cosas que no esta en discusión. Sin embargo... ¿cómo es el trato que mantiene con sus empleados?
Muchos de los testimonios son anónimos y si algo revelan es que Musk no es una persona que le guste lidiar con sus trabajadores al momento de ocurrir inconvenientes.
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“Se trabaja en función de su cambio de humor”
Un reportaje del medio estadounidense, Wired, revela que el CEO de Tesla, es una persona inestable emocionalmente, volátil y poco consiente de los niveles de ansiedad que le puede generar a sus trabajadores.
La vida privada del magnate generalmente la traslada a los espacios de trabajo. “Le afecta bastante su vida personal, que no es capaz de dejar sus problemas con sus parejas en casa al entrar en sus empresas y que en ocasiones parece quedarse ausente”, resalta el texto.
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No es casualidad de que informes apunten al temor de algunos empleados de Twitter ante la posibilidad de que Musk compre la compañía, y es comprensible. La investigación muestra que la volatilidad y la inconsistencia se encuentran entre los rasgos más temidos en un jefe. Y esas son cualidades que Musk ha demostrado en abundancia.
“Todos en Tesla están en una relación abusiva con Elon”, dijo un ex ejecutivo al medio antes mencionado.
Tesla recibió una multa de $ 15 millones (recortada de $ 137 millones) por una demanda por discriminación racial, y los trabajadores de la fábrica también han hablado sobre cómo las presiones para aumentar la producción han llevado a condiciones de trabajo inseguras en el trabajo. En diciembre de 2021, cinco ex empleados de SpaceX presentaron acusaciones de que la compañía fomenta una cultura de acoso sexual, solo un mes después de que Musk hiciera olas por tuitear una broma sexista.
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Recientemente se filtró un correo electrónico interno de Tesla donde Musk obliga a sus empleados a volver a las oficinas y dejar el trabajo remoto. Las principales criticas vinieron por el tono “arrogante” del mensaje.
Aspectos positivos del manejo de Musk en una empresa
A pesar de las múltiples críticas recibida por parte de ex empleados, otros al contrario resaltan su capacidad para sacar lo mejor de cada trabajador.
“Los diamantes se crean bajo presión, y Elon Musk es un maestro fabricante de diamantes”, dijo Dolly Singh, ex jefa de adquisición de talentos en SpaceX, a Insider en el 2014.
Un ingeniero de software de Tesla le dijo previamente a Insider: “Él desafía a las personas y las empuja a hacer cosas que no creen que puedan hacer y es realmente genial de alguna manera”.
En un correo electrónico, reportado por primera vez por CNBC, Musk dijo a los empleados de Tesla que no le importa si escuchan música en la fábrica o agregan “cualquier pequeño toque que haga que el trabajo sea más agradable”.
En términos generales la conducción de Musk es impredecible, muchas veces puede caracterizarse por romper protocolos y dar libertad creativa a sus empleados, mientras que otras veces puede poner en riesgo a la organización por alguna molestia que pueda generarle alguna falta de rendimiento.
“Elon básicamente hace lo que quiere, cuando quiere”, dijo un ex empleado en un reportaje de The New York Times.