La menopausia, ese periodo que representa el cese de la menstruación, está caracterizada por profundos cambios en la mujer tales como: aumento de peso, problemas para dormir, disminución de la humectación de las mucosas y la generación de enfermedades oculares.
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Los cambios hormonales durante esta etapa pueden provocar el síndrome de ojo seco: la cantidad de lágrimas desciende y el ojo duele, pierde visión y, en otras ocasiones, lagrimea sin parar. Pero son lágrimas de reflejo en respuesta a la irritación, que no logran que el ojo esté de verdad lubricado y protegido.
En el portal peruano La Prensa, el Dr. Gerardo Arana, especialista oftalmólogo, informa sobre dos cambios oculares que suelen generarse durante la aparición de este proceso:
Ojo seco post menopaúsico
El aparato lagrimal de los ojos cuenta con glándulas secretoras de grasa, sin embargo, cuando inicia la menopausia y las hormonas de la mujer disminuyen, estas glándulas se reducen generando síntomas de ojo seco, sobre el cual hemos hablado en artículos anteriores.
Este síndrome varía de acuerdo a cada organismo, pero es un problema frecuente en mujeres con menopausia. Para tratar este mal, se debe emplear lágrimas que van a variar de acuerdo a la gravedad y tipo de ojo seco. Además, es importante recalcar que no todos los ojos secos en esta edad se deben a la menopausia.
Variación en la medida
El estrógeno tiene como una de sus acciones mantener la rigidez de la córnea, al disminuir esta hormona con la aparición de la menopausia, empieza a reducir su rigidez y cambia la curva corneal, generando variaciones en la visión.
Estos cambios en la medida ocular se estabilizan cuando el proceso de menopausia termina. En este periodo, se deben modificar los anteojos de la paciente y se le advierte que en cuanto presencie problemas para ver con sus lentes, acuda donde un especialista oftalmólogo para cambiarlos.
Finalmente, el Dr. Arana remarcó que, si los síntomas oculares que presenta la mujer son severos, adicional al tratamiento oftalmológico se recomienda que la paciente acuda a su médico ginecólogo para que obtenga un tratamiento hormonal suplementario. Esto con el objetivo de estabilizar todas las alteraciones que pueda padecer.