Muchas veces no nos damos cuenta de las malas actitudes que tenemos con nuestros hijos en la crianza, por lo que debemos romper viejos patrones con los que nos educaron a nosotros, lo que incluye insultos, golpes y amenazas.
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Sobre estas últimas, son muy frecuentes y es que creemos que hacerlos crecer con miedo los hará más responsables y maduros, cuando en realidad lo único que genera es que se alejen de nosotros, pues son un tipo de violencia.
Solo basta con hacer una simple reflexión, ¿nos gusta que los demás nos amenacen? La respuesta seguramente es no, entonces ¿por qué deberíamos tratar así a los niños?
Razones por las que deberías evitar desde ya las amenazas a tus hijos
Estamos dando el ejemplo
Cuando resolvemos todos bajo estas actitudes estamos transmitiéndoles una conducta agresiva que luego será imitada por ellos desde temprana edad o cuando crezcan, que empleará con amigos, familiares o hasta los propios padres.
Nosotros somos el mejor espejo en el que se verán reflejados, así que sería hipócrita de nuestra parte quejarnos de que ellos hagan lo que les estamos enseñando en casa.
Genera baja autoestima
Los niños que son constantemente amenazados desarrollan baja autoestima y tienen poca confianza de establecer límites o defenderse a sí mismos por miedo ante las represalías.
No se sentirá valorado o querido o, por el contrario, puede convertirse en un rebelde, desafiando la autoridad constantemente. Estas solo generan estrés y miedo, afirma el portal Ser padres.
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Se pierden oportunidades valiosas de aprender
Asimismo, cuando amenazamos y las utilizamos como la única forma absoluta de hacer que coopere, tu hijo solo te obedecerá por cumplimiento.
Las amenazas en la crianza no le enseñará nada sobre las consecuencias realistas de su comportamiento, por lo que es preferibles explicarles y educarlos desde el amor y la paciencia.