En la novela Shakira/ Piqué, lo único que falta es que Clara Chía se embarace para que haya una nueva canción o algo similar. Porque donde la barranquillera lo acabó fue en su sesión con Bizarrap. Y hasta ahora se sabe que su equipo pidió piedad para el catalán.
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Ahora bien, desde que salió al aire la infidelidad y la escandalosa separación, Shakira ha facturado lo suficiente como para comprarse el palacio de Mónaco si se le da la gana. Y es que gracias a la primera, la de Bizarrap ‘Session 53′, ganó la friolera de 30 millones de euros, sin contar ganancias futuras.
Y es que la venganza más escuchada del planeta se sirvió caliente. Clara Chía quedó como un Twingo y un Casio y Piqué como un tonto.
Que ni lo es tanto, pero tampoco la lumbrera de los negocios que pretende que el mundo crea que es, a juzgar por sus empresas.
Y Shakira, conociendo todos esos puntos débiles fue a la yugular a pesar de los consejos que se le dieron.
Cercanos a Shakira querían que ella cambiara letra contra Piqué
En ‘Hola Colombia’, la barranquillera dijo que a varias personas de su equipo la canción no les parecía la más adecuada. Sobre todo por la letra tan fuerte.
“[…] Gente de mi equipo intentó convencerme de que cambiara la letra (de la canción ‘Music Session #53′), pero yo no soy una diplomática de la ONU. Soy una artista y, ante todo, una mujer”, afirmó Shakira.
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Y funcionó: no hubiera tenido sentido hacer más afirmaciones veladas que ya se iban viendo clariticas como el agua en las canciones anteriores. (”Te felici-to qué bien- actú-as).
Ella quería sangre. La gente quería sangre. Todos la tuvieron.
Y quizás si volviese a sacar otra canción funcionaría, porque la gente no se cansa de atizar el fuego. Y Piqué les sigue dando con qué.