La gastronomía peruana es admirada en todo el mundo donde ha logrado conquistar los paladares más exquisitos por la fusión de sabores e ingredientes. Perú asimismo ha adoptado otras culinarias como suyas gracias a la inmigración que vivió en tiempos pasados.
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Una muestra de la unión de recetas extranjeras aunque con nuestro toque peculiar es el conocido menestrón, un plato de origen italiano el cual fue adoptado por Perú tras recibir a la colonia genovesa en el siglo XIX. “En Lima nace el menestrón fruto del encuentro de la cultura genovesa con la sazón criolla”, opinó el reconocido chef Gastón Acurio en conversación con RPP Perú.
Pero, ¿qué hace especial este plato de origen humilde? A diferencia del minestrone, esta preparación incluye trozos de carne, yuca y choclo, mientras que el minestrone se basa más en vegetales, papas y pastas. Con el tiempo, este plato pasó a formar parte de la gastronomía peruana que además lo versionó con ingredientes propios.
Es un platillo con sabor a casa, pues se caracteriza en las reuniones familiares domingueras. Es tan rico como fácil de preparar y al estilo peruano puede obtener con simples pasos.
Para preparar el menestrón al estilo peruano se requiere de pecho de res; aunque puede ser osobuco, guiso o asado de tira, cualquiera de estos cortes funciona bien. Una vez se corta en trozos se reserva, mientras que en una cacerola grande con cuatro litros de agua se agregan una cucharada de sal y unos cinco dientes de ajo para darle más sabor.
Paso siguiente se agregan los trozos de la carne, poco a poco y a fuego lento, dejando cocinar por dos horas, tiempo que vale la pena. Una vez tierna la carne, se agregan el choclo cortado, yuca en trozos y una zanahoria mediana cortada en cubitos. También zapallo macre en cubos para que le de cuerpo a la sopa y un poco de poro picado finamente. Esta mezcla se cocina a fuego lento por 20 minutos más.
Pasado este tiempo se le agregan nuevamente sal, frijoles frescos, arvejas, habas al gusto y fideos o penne rigate, lo que cocina por diez minutos más. La salsa adicional lleva cebolla y ajo sofrito; que luego se mezclan con queso parmesano o queso fresco, hojas de albahaca fresca, leche evaporada y aceite de oliva. Esta mezcla se lleva a la sopa y se une hasta obtener un color verde uniforme, punto en el que solo queda emplatar ¡y disfrutar!