El pasado 9 de junio, Britney Spears cumplió su sueño de casarse con el bailarín Sam Asghari en una ceremonia íntima en su mansión en Los Angeles que estuvo llena de belleza y mucho glamour.
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Pero las especulaciones de que Sam mantenía una relación y se casó con la Princesa del Pop por su dinero, estaban en el ambiente desde que iniciaron su noviazgo hace 6 años.
Según la revista TMZ la cantante no se casó con el bailarín sin que este firmara antes un acuerdo prenupcial.
Lo que establece
El documento, informó el medio especialista en espectáculos y celebridades, establece que Sam “no recibirá ni un dólar en caso de que la relación no funcione y terminen separándose”.
Aseguran que días antes del magno evento, Spears se comunicó con sus abogados para blindar su fortuna valuada en 60 millones de dólares, más lo que se acumule.
Asimismo, trascendió que fue el equipo de la “Princesa del Pop” el que se encargó de llevar a cabo la acción de blindaje desde el momento en que la pareja se comprometió.
Sam firmó sin oponer resistencia
Por su parte, la revista People confirmó que el también modelo de 28 años de edad, firmó el documento.
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Aseguran que días antes, Asghari había bromeado con el asunto legal precisando que firmaría un acuerdo para proteger sus propios bienes.
Sin la familia se casó
Sam y Britney se casaron en Los Ángeles, California sin presencia de su familia. Las relaciones con su padre, Jamie Spears, quedaron más rotas que nunca; luego de que una juez le otorgara a Britney su petición de que le quitaran la tutela que él ejerció por 12 años.
Su madre, Lynne Spears, tampoco estuvo invitada pero si escribió en uno de los comentarios de las publicaciones que la cantante compartió en Instagram.
“¡Tu boda es la boda ‘soñada’! ¡Y tenerla en tu casa la hace tan sentimental y especial! ¡Estoy tan feliz por ti! ¡Te amo!”.
Entre los 100 invitados estaban los amigos que han apoyado a Britney durante estos años, Madonna, Drew Barrymore, Paris Hilton y Selena Gomez.
