Cuéntanos cómo creaste al personaje de Jack Sparrow…
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Cuando me hablaron por primera vez para hacer Piratas del Caribe, no había guion. No existía. Tuve la idea de ver caricaturas y películas animadas con mi hija, que tenía tres años en ese momento. Me obsesionaba cómo le caía una roca enorme al Coyote que lo aplastaba, y luego, en la siguiente escena, solo tenía dos curitas entrecruzadas en la cabeza (risas). Básicamente fue esa la esencia, hacer un personaje que fuera más allá, que soporte mucho y siga siendo entretenido. Entonces me puse a pensar: ‘¿Cómo puedo ser lo más irreverente posible y salirme con la mía?’. Así que comencé a imaginarme a los piratas como los rockstars de esa época. ¿Y qué rockstar se parece a un pirata? Pues Keith Richards. Y también quería que tuviera algo de Pepe Le Pew, así que los amalgamé y partí de ahí.
¿Cómo te hizo sentir la recepción de tu personaje en la primera película?
Me impactó. Nadie podría haber imaginado el recibimiento que tendría esa película, y yo ciertamente no podría haber anticipado cómo atraería al público un personaje que era un conjunto de grandes pinceladas.
¿Cómo has ido implementando a tu personaje a lo largo de estas cinco películas?
Una de las decisiones claves que tomé para el capitán Jack Sparrow era que no tendría desarrollo. No sé si aprende algo de lo que hace, pero personalmente no quiero que lo haga. Es lo que es y no podría ser otra cosa.
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¿Y el aspecto físico?
Pues en este filme está un poco arruinado y su aspecto lo refleja. Recuerden que no tiene barco hace varios años y ha tenido que convertirse en un simple ladrón de caminos. Por otro lado, Jack tiene ahora un par de tatuajes nuevos. Uno dice ‘J A K C’, en el que obviamente el tatuador cometió un error, o simplemente Sparrow no sabe deletrear su propio nombre. Otro sí dice ‘J A C K’… ese sí quedó bien.
¿Cómo así llegó Paul McCartney a esta entrega?
Se me ocurrió que Jack se topara con su tío Jack en prisión, y me pareció que Paul sería perfecto. No sabía si iba a ser posible, pero me armé de valor y lo llamé. Él es el hombre más dulce y talentoso del mundo y aceptó. Él mismo daba ideas de cómo podía ser su personaje y lo más anecdótico, es que un Beatle es pariente de un Rolling Stone… al menos en la película (Keith Richards interpretó al papá de Jack Sparrow en la tercera entrega de la saga).
¿Por qué crees que Jack Sparrow es tan querido?
Creo que es porque su irreverencia en realidad es inocencia. Jack tiene cierta pureza. Dice lo que quiere y hace lo que quiere. Es como un niño que se sale con la suya.
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