La cantante británica Adele sin duda se ha llevado el título de la “reina de Halloween”. La intérprete se disfrazó de “La Máscara” personaje interpretado por Jim Carrey en 1994.
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Ni Heidi Klum con sus clones, ni Katy Perry con su caracterización de Hilary Clinton. En este Halloween la reina fue otra y se llama Adele.
Con su excelente disfraz, la cantante lució irreconocible. Si ella no hubiera publicado la foto con su caracterización jamás hubiéramos imaginado que era ella.
Para estas fechas de terror, Adele optó por disfrazarse de ‘La Máscara’, personaje interpretado por Jim Carrey en 1994. Y su interpretación fue perfecta. No solo por su caracterización, también por las muecas que hizo la intérprete de ‘Hello’ para invocar al colorido personaje.
Como se puede ver en las imágenes, la única pista para identificar a Adele son los ojos claros que resaltan entre el maquillaje.
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Pero Adele no solo se robó la admiración de sus fans con estas fotos. También se ganó el aplauso del ‘La Máscara’ original, el actor Jim Carrey.
A través de su cuenta de Twitter el actor escribió: ‘Hola Adele. Habla Jim desde el otro lado. Una coincidencia extraña. Me disfracé de uno de tus integrantes de tu staff para Halloween. Te quiero, totalmente’. El mensaje fue acompañado de la siguiente fotografía.
Las inesperadas confesiones de Adele al ser madre
Adele se convirtió en mamá a finales de 2012 y ahora ha confesado que sufrió depresión posparto luego del nacimiento su hijo.
En una entrevista con la revista Vanity Fair, la británica se refirió a sus disconformidades con ser mamá, Esto después de que le preguntaron sobre su valentía de ser madre en el apogeo de su carrera cuando su segundo disco vendía más de 31 millones de copias en todo el mundo y ya había cosechado los premios más importantes de la industria. Y esta fue su opinión.
‘Realmente tuve una depresión posparto muy grave después de tener a mi hijo, y me dejó terriblemente asustada… Mi conocimiento del posparto es que no quieres estar con tu hijo; te preocupa que le hagas daño, te preocupa pensar que quizá no estás haciendo un buen trabajo… Estaba obsesionada con mi hijo, sentía que no lo hacía bien, que había tomado la peor decisión de mi vida…’, explicó.
‘Mi novio me dijo que debía dialogar con otras mujeres que estaban embarazadas, pero le dije: ‘Al diablo con eso, no estoy como para aguantar a un montón de madres‘’. Y fue rotunda acerca del tratamiento para superar aquel momento: ‘No tomé antidepresivos. Y no lo he hablado con nadie al respecto. Yo estaba muy reacia’.
Acerca de la decisión para ser madre, la británica contó que se sintió ‘presionada’ porque es lo que ‘los adultos hacen’. ‘Creo que lo más difícil es no tener un hijo; mis amigas y yo nos sentimos presionadas para ser madres, porque es lo que los adultos hacen. Amo a mi hijo más que a nada en el mundo, pero a diario si tuviera uno o dos minutos, desearía hacer lo que se me da la gana cuando se me da la gana. Cada día me siento así’, agregó la cantante.
