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Hace cuatro años, “Glee” todavía era una serie que tenía un poquitín de “inocencia”, a pesar del drama de sus personajes. Con todo y embarazos, orfandades y dilemas, la relación entre ellos parecía idílica. Y así también, a excepción de algunos pocos escándalos, vivían los actores.
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Hasta que poco a poco se descubrió que la pareja principal formada por Cory Monteith y Lea Michele no parecía tan reluciente como se veía. Monteith tenía una adicción galopante hacia el alcohol y las drogas. Y a pesar de que entró en rehabilitación, se le halló muerto en una habitación de hotel en Canadá por sobredosis.
Por supuesto, Lea Michele quedó destrozada. El personaje que interpretó Monteith murió también y este fe el homenaje que se le hizo.
La actriz recondujo su vida y su carrera, como pudo. Siguió actuando. Siguió cantando. Se le pudo ver en producciones como “Año Nuevo” y como la fastidiosa nerd de “Scream Queens”. Poco a poco tuvo que recuperarse del duro golpe causado por la muerte de su entonces novio.
En abril se tatuó el número que llevaba él como quarterback en la serie.
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Y a tres años de su muerte, lo homenajeó con un post en Twitter. Ahí demostró cómo lo sigue recordando:
“Sé cada día que me estás mirando y estás sonriendo”, escribió la actriz en Twitter. “Te amo y te extraño, Cory, todos los días. Pero hoy un poco más”.
Sus otros compañeros del elenco de Glee también hicieron lo propio, recordando los momentos en que este estuvo con ellos en la serie. Matthew Morrison, Kevin McHale, Naya Rivera, y Jenna Ushkowitz se unieron a los fans de Monteith con el hashtag #3Años SinCorey.
El triste final de una estrella con potencial
Y así como otras grandes estrellas que ven truncada su carrera por las drogas, Monteith parecía labrarse con pequeños pasos un futuro en Hollywood. Estuvo en una película con Selena Gomez y Leighton Meester en su típico registro de héroe bonachón. Pero la fama pudo más. Mezcló heroína y champaña. Esto lo mató. Su cuerpo solo fue descubierto después del mediodía.
En marzo de ese año había tratado de rehabilitarse, en vano.
