Hace 10 años, antes de Kimye, HiddleSwift, Jelena y otras grandes parejas del espectáculo, existían solo dos parejas superestrella en la órbita de las celebridades: Brangelina y Tomkat. La primera, desde 2005, había surgido por escándalo de infidelidad. La otra, simplemente, parecía totalmente bien orquestada: Cruise llevaba años cortejando a famosas como Sofía Vergara y Penélope Cruz para formar con ellas una pareja estable. Entonces, llegó la cuasi desconocida Katie Holmes a su vida y le propuso matrimonio.
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La boda tuvo el lujo y el exceso de la década. Se casaron en un castillo italiano, entre sus invitados estaban Will y Jada Smith, Tom saltó en el sofá de Oprah y Suri Cruise ocupaba portada de “Vanity Fair” recién nacida. En tanto, Katie Holmes andaba de muy buena amiga de la WAG Victoria Beckham (en esos años, David se fue a L.A Galaxy y se hizo un reality con su vida) y era “ícono de estilo”. Por supuesto, Suri también, ya que su madre la vestía de Chloé.
Y, prácticamente, Katie Holmes no hizo más nada. A excepción de actuar en la primera película de la trilogía de “Batman” de Christopher Nolan, no se atrevió a salir en algo más. Solo iba a desfiles y se vestía bien. Y así hacía con Suri , a quien le llegó a pintar las uñas y vestir con un guardarropa que el noventa por ciento del planeta no puede permitirse.
Hasta que un día despertó y vio que Suri iba a ser presa de la Cienciología. Que la iban a educar lejos de ella y lejos de sus preceptos católicos . Organizó su huida en las narices de su marido y le pidió el divorcio: un escándalo mundial. Eso fue en 2012. Luego Suri se fue a vivir con su madre y trató de encajar en el mismo ambiente “Gossip Girl” de sus contemporáneos un poco más elitistas. Se le veía con su padre de vez en cuando.
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Así, trataban de hacer su vida normal. Katie comenzó a salir con Jamie Foxx, ganador del Oscar por “Ray”. Y Suri cumplió 10 años. Y así se vio en una fotografía de Instagram. Es idéntica a su madre
