JOSÉ BARRETO
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Ivan Lins ha dedicado 45 de sus 70 años de vida a la música. Pese a ser considerado uno de los más importantes cantantes y compositores de la música popular brasileña, este artista suele estar lejos de los reflectores.
‘Siempre estoy alejado del show business y no frecuento las revistas de espectáculos o de prensa rosa’, afirma.
Aun así, la belleza de sus composiciones ha cautivado a grandes luminarias de la música como Quincy Jones, George Benson, Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Carmen MacRae y Barbra Streisand, quienes han regrabado varios de sus temas, entre ellos Setembro, Madalena o Love Dance.
Lins se presenta mañana en el Gran Teatro Nacional (Av. Javier Prado Este 2225, San Borja) en el marco de los conciertos Sonidos del Mundo, organizados por Mabela Martínez. Junto a su piano y su banda, promete un concierto de lujo.
¿Qué puede esperar el público de tu show?
Será un espectáculo maravilloso, en el que la belleza de la música estará en primer lugar.
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¿A qué te refieres con ‘la belleza de la música’?
A que hago música total sin importar los rótulos o géneros. Lo que importa es que sea agradable, que arranque una sonrisa, que erice la piel. Y más importantes aún son las palabras. Soy muy responsable con lo que digo.
Se te conoce por ser un gran defensor de los derechos de los músicos…
Soy miembro del GAP (Grupo de Articulación Parlamentaria Pro Música) en Brasil. Lamentablemente, la cultura no es considerada una prioridad en nuestros pueblos. Por eso, todos los días presionamos para que haya más y mejores actividades culturales.
¿Cuánto sientes que ha cambiado el mundo de la música?
Yo pertenezco a una generación en la que hacer música de calidad era negocio. Ahora, muchos jóvenes y buenos artistas no saben de qué van a vivir. Todo está más duro. Internet solo ha solucionado el tema de la difusión, pero aún falta un largo camino para que un músico pueda sobrevivir gracias a ese medio.
Tú siempre te has impuesto a las disqueras, y desde hace buen tiempo eres independiente…
Al inicio de mi carrera le tenía mucho respeto a las disqueras. Luego me fui haciendo más rebelde y hacía lo que quería. Creo que al final, la música de uno debe ser como su fotografía. Entonces, si gustan de mi música, gustan de mi persona. Pero eso solo se logra con libertad.
¿Qué conoces de la música peruana?
He llegado a conocer a Susana Baca, a Tania Libertad, a Alex Acuña. Pero espero que esta visita sirva para profundizar mis conocimientos de la rica música peruana.
