Libido es una de las bandas musicales más conocidas del país. Sin embargo, desde la salida del bajista Toño Jáuregui en el 2012, uno de sus miembros fundadores, el grupo se ha visto envuelto en pugnas por los derechos de las canciones.
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Salim Vera y Manolo Hidalgo, los dos únicos miembros originales que quedan, han puesto fin a siete años de silencio discográfico y acaban de lanzar Amar o matar, su nuevo EP con seis canciones inéditas (ya disponibles en las principales plataformas streaming).
Ellos, junto a Wilder López (batería) y Juanpablo del Águila (bajo), han dado forma a un sonido moderno y fresco. Ha nacido un nuevo Libido…
¿Por qué demoró tanto este nuevo disco?
Salim: Creo que porque hemos atravesado una etapa un poco… imprecisa (risas). Además, nos habíamos dedicado a tocar mucho con nuestros nuevos dos integrantes.
Manolo: Libido ha pasado por muchas etapas. Algunas de desgaste. Pero ahora con estos dos chicos nuevos hemos logrado un sonido fuerte.
¿Han tomado la batuta de la composición por ser los músicos originales?
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Manolo: En todos los discos de Libido, siempre ha habido aportes nuestros. No solo en este. Libido siempre ha tenido cuatro compositores. No es que uno solo haya creado todo. Solo que en estos siete años hemos pasado por una etapa de estancamiento. Hemos sido muy rigurosos a la hora de elegir qué canciones entrarían en el EP. Hay material que podría estar en un siguiente disco…
Salim: Sí, de hecho, las otras canciones van a salir en otros discos. A veces, pienso en ellas y les digo: ‘Nos vamos a ver de nuevo’.
Entonces podemos esperar discos de Libido más seguidos…
Salim: Así es. Amar o matar es un título sugerente…
Manolo: La portada del disco es una mariposa que se está liberando. Tiene que ver con nuestra etapa de renacimiento, de reinvención, con un sonido más fresco. Estamos saliendo de una etapa complicada y queremos dejar el pasado atrás. Ahora tenemos algo bueno qué mostrar.
Como fundadores de la banda, ¿sienten que se les ha exigido mucho luego de la separación con Toño?
Manolo: La banda sigue, hermano. Antes de Toño, ya habíamos cambiado de integrantes: Jeffry Fischman (batería) se fue, le dejó la posta a Iván Mindreau y no hubo tanto escándalo. Todo depende de cómo se maneje la prensa… el morbo.
Se extraña ver a Libido afuera, ganando premios…
Salim: De todas maneras, vamos a inscribir este disco en los Grammy. Tenemos muchas expectativas.
¿Sintieron que perdieron público cuando Toño dejó la banda?
Manolo: Su salida, en realidad, fue una cirugía (risas).
Salim: Bueno, muchos fans viven del pasado. No aceptan la vanguardia. Nosotros no miramos atrás. No podemos permitirnos repetir una fórmula. Estamos en el 2016, no en 1994, cuando se inició la banda. No podemos satisfacer a esos fans que viven pensando en la formación inicial de Libido.
