Dramaturgo consagrado y por primera vez actor protagonista, el premio Nobel de literatura peruano Mario Vargas Llosa estrena en España una obra inédita, “Los cuentos de la peste”, basada en el “Decamerón” de Boccaccio y su salto definitivo a las tablas.
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“La obra que he escrito está inspirada en el Decamerón pero no pretende desde luego ser ni mucho menos una adaptación del Decamerón, algo que es imposible de adaptar al teatro, con cien cuentos”, explicó Vargas Llosa en la presentación de la obra, en el Teatro Español de Madrid este jueves, día en que se publica también esta pieza inédita.
“Algunos de los cuentos están adaptados con mucha libertad, sin respetar fielmente el original, es decir recortando las historias, a veces ampliándolas, añadiéndoles personajes que no tenían o sacando a los personajes del original”, agrega.
Bajo la batuta del director español Joan Ollé, “Los cuentos de la peste” se representará del 28 de enero al 1 de marzo en una sala totalmente remodelada para la ocasión, con la escena en un espacio central y el patio de butacas a su alrededor.
Allí se instala la Villa Palmieri, el jardín en el que, en esta nueva obra del Nobel peruano —autor de piezas teatrales como “La señorita de Tacna”, “Kathie y el hipopótamo” o “El loco de los balcones”— el propio Giovanni Boccaccio se encierra con otros cuatro personajes con el iluso objetivo de escapar a la peste que en 1348 asoló Florencia y luego toda Europa.
Entre esos personajes, decididos a contar historias para huir de la catástrofe, al menos con la imaginación, se encuentra el Duque Ugolino, presentado como un caballero dedicado al comercio, a quien da vida el propio Vargas Llosa, lanzado a sus 78 años a una aventura que él mismo reconoce “aterradora”.
Siento “nervios, muchos nervios, terror, pánico, miedo, me pregunto cada día si no ha sido una locura meterme en esto, y al mismo tiempo es tan estimulante, tan excitante, es una experiencia tan novedosa, tan rejuvenecedora”, asegura.
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Junto a él, su musa teatral, la española Aitana Sánchez-Gijón, en cuya compañía Vargas Llosa ya había debutado sobre las tablas en 2005 en Barcelona, también dirigidos por Ollé, en aquella ocasión para una lectura de “La verdad de las mentiras”, una adaptación de autores como Cervantes, Borges, Faulkner o Cortázar.
Considerando la cultura como “un arma extraordinaria que tenemos para defendernos contra la adversidad”, el premio Nobel piensa que el mundo sigue viviendo pestes.
“El terrorismo por ejemplo es una peste de nuestra época (…) tiene distintas manifestaciones, religiosas, políticas, pero el terrorista, de alguna manera, es el gran protagonista del siglo XXI por la atención que concita”, estimó.
