Por José Barreto
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Tu último single, I, habla mucho de la depresión, ¿ha sido algo por lo que has pasado en la vida real?
La depresión puede venir de cosas tan simples como ser el chico nuevo en la ciudad o cosas más superfluas, como no ser rico. En esta canción he tratado de mostrar que es algo con lo que me enfrento hasta ahora, ¿sabes? Aún no sé bien cómo balancear la fama, mi música, el dinero… Pero también muestra lo mucho que me gusta salir al escenario y cantar.
Vienes de Compton, California, una ciudad dura y con harta escuela de hip hop…
Es un lugar impredecible. Cuando era niño tenía buenos y malos días. Siempre tienes que adaptarte a esa ciudad fiera y cambiante. Algunos no lo lograron porque no tuvieron esa pizca de inspiración que se necesita para alejarse de lo malo de las calles.
Good Kid M.A.A.D. City (2012) es un disco en el que podemos darnos una idea de cómo fue tu vida en aquellos años…
Definitivamente. Mi vida ha tenido altas y bajas, hombre, buenos y malos momentos. Y debo agradecer más a los malos momentos porque me sirvieron de inspiración. Arrojé toda mi frustración y la situación de las calles en el estudio. La frustración puede ser un arma muy poderosa que debemos aprender a usar para el bien.
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¿Cómo definirías tu estilo de hacer hip hop?
Solo sigo mis emociones. Yo no puedo obligarme a poner tal o cual sonido solo porque mi disquera me lo exige.
Tienes 27 años, nueve nominaciones al Grammy, dos de ellas por I, ¿cómo sientes tu vida en este punto?
Es una gran montaña rusa. Nunca pensé pasar por todo esto. Trato de tener siempre los pies sobre la tierra. Soy muy cercano a mis amigos y mi familia y tengo que ser un ejemplo para ellos.
