Por José Barreto
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Para los argentinos, hablar del tango es como referirse al familiar más querido y cercano que tienen.
Pero hubo uno que decía que ‘el tango ya no existe’ y que se atrevió incluso a modificarlo, a darle un nuevo aire y fusionarlo con ritmos como el jazz y el rock. Ese fue Astor Piazzolla (1921-1992), compositor y bandoneonista argentino, considerado uno de los mejores músicos del siglo XX.
No obstante, en los años 50, nadie lo entendía. Los tangueros de la vieja guardia lo llamaron ‘el asesino del tango’ e incluso hoy, muchos no le perdonan esa osadía. ‘El tango para nosotros es sagrado. Es la música de Buenos Aires. Simboliza la personalidad de los citadinos y su atractivo es la sensualidad y el misterio. Pero con el tiempo este se fue haciendo ajeno para los jóvenes. Astor percibió eso y comprendió que había que hacerlo moderno y universal. Ese es su legado’, comenta desde Roma, Italia, Laura Escalada de Piazzolla, la última esposa del músico.
Fue justamente Laura quien creó, tras la muerte de su esposo, la Fundación Astor Piazzolla para preservar el legado cultural del compositor.
Así nació también el Quinteto de esta Fundación conformado por Pablo Mainetti (Bandonéon), Sebastián Prusak (Violín), Sergio Rivas (Contrabajo), Germán Martínez (Guitarra) y Cristian Zárate (Piano), una de las más celebradas agrupaciones tangueras del mundo.
El Quinteto se presentará por primera vez en Lima este domingo a las 6:30 p.m. en el Gran Teatro Nacional. Solo quedan entradas para Platea Alta, Baja y Lateral a S/.140 y S/.160. A la venta en Teleticket.
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El revolucionario del tango
‘En sus obras está siempre la ciudad, nuestro andar, nuestra nostalgia y nuestro ritmo. Él dinamizó el tango’ -Laura Escalada sobre Astor Piazzolla.
Aquí uno de sus grandes composiciones “Libertango”