El actor, filósofo y artista marcial nació en San Francisco el 27 de noviembre de 1940, pero siempre mantuvo sus raíces. En el momento de su nacimiento, sus padres se encontraban en territorio norteamericano por razones de trabajo.
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Le pusieron el nombre de Lee Jun Fan, que significa Protector de San Francisco, pero en sus primeros años lo llamaban ‘Pequeño Fénix’ por protección, ya que en chino es un nombre femenino y según sus creencias existía un espíritu que se llevaba al primer hijo varón de cada familia.
A los seis años hizo su primera aparición en la escena cinematográfica de Hong Kong, en una película melodramática. Esa participación fue su entrada de lleno al mundo del cine.
Años después llegó a la industria norteamericana y a sus 29 años hizo su primera película en ese país. Este fue un gran paso para los artistas dedicados a las artes marciales, Bruce Lee se convirtió en el precursor.
Su fama ha sido producto de todo el talento y filosofía que el actor demostró en cada una de sus intervenciones. “Lucirse es una forma tonta de obtener gloria”, decía este hombre que fascinó a gente de todas partes del mundo, que se hizo un ícono.
Su muerte, un 20 de julio de 1973, sorprendió a todos sus seguidores quienes hasta hoy mantienen sus enseñanzas y la admiración por este gran referente.