Por: Richard Crouse
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En la película Gravedad, del director mexicano Alfonso Cuarón, la actriz Sandra Bullock (49) se encontró con uno de los mayores desafíos de su carrera.
Le tocó interpretar a la doctora Ryan Stone, una astronauta que termina flotando en el espacio después de que una tormenta atacara su estación espacial. El propio Cuarón describió la experiencia de Bullock como ‘dolorosa y horrible’. ‘Los fluidos corporales aún vienen a mi mente’, nos dice la actriz. ‘Hubo mucha sangre y quedaron muchas ampollas’.
Lejos del artefacto que la regresará a casa y de su compañero de misión (George Clooney), la astronauta deberá flotar en la oscuridad del espacio hasta encontrar una forma de sobrevivir.
Al principio la idea del director era, tal como se hizo con la película Apolo 13, usar el llamado ‘cometa vómito’, un avión que es capaz de volar en caída libre y generar un ambiente de gravedad cero. Pero luego se prefirió crear tecnología nueva para facilitar las atemorizantes escenas de la cinta. Y esta técnica involucró arneses de más de 12 cuerdas e incómodas posiciones.
‘Había algunos artilugios que demoraban más de 20 minutos en colocarse’, dice Bullock. ‘Te amarraban a una cosa de la cual tú no tenías el control una vez que se iniciaban las grabaciones. Éramos como marionetas. Por momentos sentía mucha frustración, imagínate estar unido a algo y no tener la capacidad de usar tu cuerpo como estás acostumbrado’,indica Bullock. La parte técnica del trabajo fue sin duda todo un desafío físico y emocional.
‘Fue algo completamente nuevo’, asegura Bullock. ‘Parecíamos parte del Cirque du Soleil. No estamos acostumbrados a hacer algo así en un set. No hay duda de que el trabajo final es muy bueno, pero hacerlo fue muy difícil y nada placentero. Emocionalmente, fue como haber estado en el Lejano Oeste’.
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Para Bullock, una de las partes más difíciles de las grabaciones fue el manejo de la frustración y el enojo.
‘Lo peor de todo es que no tenía a nadie que me escuchara. Alfonso Cuarón tuvo que llevarse la peor parte, me tuvo que soportar. Pero era más bien una frustración conmigo misma porque me di cuenta de que no tenía todas las herramientas que acostumbraba tener para llevar al personaje hacia donde yo quería’.
Además de la dificultad del trabajo en sí, había otro factor que hacía del papel de Bullock uno de los más complicados de su carrera. ‘Extrañaba ver el sol. Extrañaba estar con mi hijo. Extrañaba poder comunicarme con la gente. Estaba muy sola. Afortunadamente podía salir de esta máquina al final del día y ver el cielo y a mi hijo’.
Pero al final, siente que tanto trabajo valió la pena.* Los rumores indican que Bullock podría llevarse un Oscar por este papel (ya ganó uno en el 2010 por Un sueño posible).* Incluso su trabajo ha recibido el visto bueno del astronauta canadiense Chris Hadfield.
‘Sandra Bullock es genial’, escribió Hadfield en su cuenta de Twitter. ‘Me gustaría volar con ella’.