Por primera vez en la historia del Festival de música de Viña del Mar, fueron unos títeres, los del programa de televisión infantil chileno “31 minutos”, quienes se convirtieron este miércoles en estrellas de rock sobre el escenario, en la cuarta jornada del certamen.
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Las gradas de la Quinta Vergara, en el balneario chileno de Viña del Mar (120 km al este de Santiago), lucían repletas de padres con sus hijos pequeños, ansiosos por bailar al ritmo de las canciones que dieron vida al programa, que comenzó a exhibirse en 2003 en la Televisión Nacional de Chile.
La estrella del concierto fue el personaje de Tulio Triviño, el pedante conductor de un noticiero bautizado como 31 minutos, con gran cabeza gris, ojos pequeños y boca de sapo, quien se vistió con traje blanco y pajarita para la ocasión, y jugó a ser el nuevo animador del festival.
Subidos sobre un segundo escenario simulando ser el plató de un noticiero, y acompañados por cuatro músicos, los títeres entonaron éxitos como “Tangananica, Tanganana”, o “Rin raja”, una canción sobre la tradicional broma infantil de tocar la puerta y salir corriendo.
Todas las letras parodiaron con humor la vida social chilena y en particular el Festival de Viña, que renombraron como el festival de “Triviña”.
Triviño presentó un jurado de títeres paralelo; y se mostró particularmente asustado por el “Monstruo” de la Quinta Vergara, como es llamado tradicionalmente al público del certamen, que aprueba o rechaza los espectáculos, y decide si los premia.
“Me cortaron mal el pelo” o “Señora, devuélvame la pelota o si no no sé que haré”, fueron parte de su repertorio, en el que también destacó una canción dedicada a los niños que sacaron las rueditas de sus bicicletas, todas coreadas por el público.
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Historias como el diálogo entre un niño y el diente de leche que acaba de perder y hasta una manifestación de estudiantes que nunca sacaron buenas notas, reprimida por un camión lanza-aguas de la policía, formaron parte del espectáculo.
Por el escenario desfilaron títeres de muñecas, animales como jureles, ratones o unos pingüinos tocando la trompeta, y hasta un calcetín de rombos convertido en superhéroe, que reivindicó espectáculos de calidad para todos los niños.
Luego de haber transmitido con éxito sus programas por América Latina, el equipo de “31 minutos” debutó el año pasado en el ámbito de la música, con una actuación en el festival internacional de Lollapalloza, y dos espectáculos más en un estadio santiaguino.
La noche de este miércoles repitieron su éxito, y se llevaron los máximos galardones del público que se rindió a sus pies: las antorchas de plata y oro, y las gaviotas de plata y de oro.
En la cuarta jornada del festival, protagonizada únicamente por artistas chilenos, siguió la actuación de la joven cantante de pop Francisca Valenzuela, y el ex líder de Los Prisioneros, Jorge González.
La versión 54 del Festival de Viña del Mar continuará el jueves con una de sus principales actuaciones, la megaestrella del pop británico Elton John.