El fotógrafo estadounidense Kerry Skarbakka lleva diez años registrando sus caídas y presenta la colección ‘Ten Years of Falling’ en la Galería Kopeikin de Los Ángeles.
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Kerry contó en entrevista con el portal de noticias G1 que el registro de sus caídas ya le significó ‘una fractura de costilla, un esguince de tobillo, cortes por todo el cuerpo y dolores crónicos en el cuello y la columna’.
Todas las fotos son tomadas de la misma forma: primero Kerry posiciona la cámara, luego organiza los objetos de la escena, y finalmente, se deja caer todas las veces necesarias para obtener la imagen perfecta.
‘Algunas escenas son muy peligrosas para ser hechas sin protección, entonces trabajo con cuerdas, colchones y cajas para amortiguar la caída’, señala el fotógrafo y asegura que la única edición por computadora a la que somete sus imágenes tiene como objetivo borrar estos objetos de seguridad.
