La mayoría de actores se resisten a la idea de interpretar a un personaje cuyo rostro está cubierto por una máscara casi toda la película, pero Karl Urban esperaba ansioso una oportunidad así y lo logró en Dredd, el juez del apocalipsis, remake de la cinta protagonizada en los noventa por Sylvester Stallone y que se basa en el violento cómic setentero del mismo nombre.
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‘Un productor me dijo: ‘Que quede claro que Dredd se queda con el casco toda la película y no se lo saca en ningún momento’. Entonces le respondí que si no lo supiera, no habría aceptado la reunión’, recuerda Urban.
Por supuesto, esto significa que Urban no puede usar sus ojos para trasmitir emociones, lo que para un actor sería algo así como una discapacidad.
Pero el actor lo tomó como todo un reto. ‘Tienes que empezar a buscar otras herramientas’, dice. ‘Tu voz se convierte en un elemento importante. Mientras investigaba sobre el personaje encontré en un cómic que la voz de Dredd es como una sierra que corta los huesos. Ese fue el punto de partida’.
El enorme disfraz también fue un reto. ‘Lo primero que pensé fue cómo diablos voy a hacer esto’, recuerda. ‘Realmente fue parte del proceso. Estar dentro del disfraz y acostumbrarme tomó tiempo. Me lo puse dos semanas antes de grabar y aún así, tuve limitaciones. Creo que no fue una limitación como Christian Bale dijo acerca del traje de Batman , pero sí determinó el movimiento que tendría el personaje’.
Dredd es un hombre que hace de juez y justiciero de Mega City One, por lo que no sorprende lo sombrío de los personajes en comparación con la versión anterior. Para Urban, fue importante remarcar esa diferencia.
‘Para esta película vi la versión de Stallone para ver lo que funcionó y lo que no. La forma de mi personaje iba más allá de ser solo una postura. Para mí era más interesante tener un personaje con una rabia interna que lucha por contener en lugar de solo hacerla explotar’, explica el actor neozelandés.
