El personaje de Jennifer Aniston en Locura en el paraíso huye de la vida moderna que ella y su esposo (interpretado por Paul Rudd) comparten en Manhattan y deciden escapar a una comunidad utópica de amor libre en Georgia.
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La actriz admite que el impulso de querer desaparecer le es familiar.
‘Todos los días siento eso’, dice Aniston. ‘Para mí, ir a Clarksville (Georgia) y grabar esta película fue una forma de escapar porque no había paparazzi ni fotos tomadas con celulares. Era solo esta gran comunidad y toda esta gente increíble’.
Quizá absorber el espíritu hippie de la película la ayudó, pero Aniston dice que terminó aprendiendo mucho sobre ella solo por el cambio de ambiente.
‘Realmente me di cuenta de qué tan acorazada estaba. Tengo una armadura que me protege del resto del mundo. Fue un gran alivio darme cuenta de esto luego de la primera semana de grabación’.
Aniston también habló sobre lo que hubiera hecho de no ser actriz. ‘Hubo un periodo en el que quería ser terapeuta, por si lo de la actuación no funcionaba’, contó.
‘No sé por qué, pero me gustaba hablar con la gente. Era la chica a la que los amigos le contaban sus problemas. Todavía lo soy’, agregó.