Hay muchas razones para envidiar las playas brasileñas, pero Sprite nos dio una más: una ingeniosa instalación que consistía en llevar un dispensador de ‘Sprite’ gigante a la playa y… bueno, refrescar a la gente.
Esta es una propuesta de márketing que se da de manera real en ciertas playas de Brasil y da toda la experiencia de un verdadero surtidor, pues funciona apretando la palanca para luego ser bañados por un gran chorro de agua.