Por José Barreto
PUBLICIDAD
“Si me ves el brillo en los ojos a mi, imagínatelo en los chicos”. Y es que parece un niño con juguete nuevo. No, aún más. Es un niño grande con un juguete que deseó toda su vida. Pero lo mejor de todo, es que esta nueva adquisición no cumple solo la función de satisfacer sus ganas, sino que alimenta la ilusión de los muchos jóvenes integrantes del elenco de La Tarumba. Estamos hablando de una nueva carpa. Una carpa que, en las emocionadas y orgullosas palabras de Fernando Zevallos, fundador y Director de la emblemática casa circense, nos coloca a la vanguardia del circo en toda América Latina.
¿Y qué de especial tiene este nuevo recinto? La tecnología. La nueva carpa adquirida con gran esfuerzo por La Tarumba, es un proyecto que está a cargo de una de las compañías más reconocidas de la tradición circense europea: Anceschi Alberto y Paolo SNC, responsable de la elaboración de las carpas más espectaculares del mundo desde los años 50. Estas no solo albergan a más gente y permiten un mayor espacio para la performance, sino que también ofrecen un nivel de seguridad único: de ocurrir un incendio, la carpa se auto extinguirá y, además, gracias a un sistema de control hidráulico, permitirá la recirculación del aire con tan solo subir o bajar la cúpula del lugar.
Es así que La Tarumba, institución circense reconocida a nivel mundial, pionera del circo contemporáneo junto con el emblemático Cirque du Soleil, se nutre de modernidad. El resultado: una rica mixtura que cautivará al público con un viaje a las raíces del arte circense en esta próxima temporada.
“Los esperamos con acróbatas, con caballos, con payasos, con trapesistas, con mucho cariño”, dice Zevallos. Con una gran sonrisa también y con el talento incomparable del que ha dedicado su vida a entretener con cultura.
