A fines de febrero, la cantante Adele, ganadora de 6 premios Grammy, se mudó a su nueva mansión al sur de Inglaterra, pero la felicidad no le duró mucho. La cantante asegura que su nueva propiedad está ‘embrujada’.
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El miedo de la cantante es tal que le ofreció 150 mil dólares a su chofer, una mujer decidida, para que se convierta en su guardaespaldas y viva con ella durante todo el año, ya que ‘escuchó un ruido que le puso los pelos de punta y la hizo saltar de la cama’, informaron los amigos de la cantante al diario británico The Sun.
La casa, que antes fue un convento, tiene dos piscinas, diez habitaciones y una capilla privada que ahora la intérprete de Rolling in the deep comparte con su equipo de seguridad, a quienes juró que nunca volvería a pasar una noche sola dentro de la casa.
