No hay duda de que George Clooney mejora con el paso del tiempo y nunca pierde la humildad, aunque sea el favorito para llevarse el Oscar a mejor actor. Esto tal vez se deba a que, en su nueva película The Descendants, dirigida por Alexander Payne y nominada al Oscar a mejor película, interpreta a un tonto con sobrepeso, un papel que ya lo hizo ganar el Globo de Oro a mejor actor en una película dramática.
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¿Cómo te animaste a participar en esta película?
Acepté el papel sin siquiera leer el guion. Traté de obtener un personaje en la película anterior de Payne, Sideways, pero parecía que él no estaba tan encantado conmigo en ese entonces. Felizmente cambió de opinión ahora.
Eres un padre que queda viudo de una mujer que le era infiel y, además, tiene una relación difícil con su hija adolescente. ¿Qué mensaje quieren dar en esta cinta?
El tema principal de la película es la reconciliación. Entre más viejo eres, más fácil se vuelve el proceso de perdonarte a ti mismo y a los demás. Cuando era más joven pensaba que los demás siempre hacían cosas malas en contra de mí solo porque no creía en ellos. Eso hacía que le diera a los problemas una dimensión mayor de la que realmente tenían, pero hoy ya no juzgo tanto a los demás.
¿Te hizo más humilde el paso del tiempo?
Creo que sí. De hecho, eso se ve en la película, hasta en mi vestuario. Uso pantalones caqui y camisas hawaianas todo el tiempo y eso me hace ver más gordo y lamentable, algo que soy muy a menudo. Crecí en Kentucky, así que es algo normal para mí.
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Dicen que tienes un humor muy frío y seco y que mantienes el ambiente calmado en el set…
Lo más importante para trabajar en equipo es conocerse unos a otros. Ensayar las escenas no es crucial porque cuando llegas a filmar todo cambia. Se trata de una confianza plena entre todos.
