CARLOS LÁZARO
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Hasta la Maratón de Rotterdam, estabas fuera del equipo peruano para los Juegos Olímpicos. ¿Qué pasaba por tu mente?
A diferencia del 2015, este año no he viajado mucho a competir en el extranjero porque cuando sales mucho pierdes el ritmo y tu hoja de entrenamiento. Me enfoqué en reducir mi marca (2h15m) y así volver al equipo titular olímpico (los tres mejores tiempos). Me concentré, entrené, descansé y en la Maratón de Rotterdam (Holanda), del 9 de abril, hice 2h13m24s, crono con el que superé a mi amigo Wily Canchanya (2h14m24s) y recuperé un cupo para Río 2016.
En Río el objetivo será bajar la marca que te dio la clasificación…
Por supuesto. Eso es lo que pasa hoy por mi mente. También tomaría como un buen resultado posicionarme entre los mejores de América. Hay que tener en cuenta que la maratón no solo depende de la condición física, técnica o mental con la que llega el atleta, sino también de las condiciones que se presenten el día de la prueba. Se nos ha comunicado que en agosto se espera un clima muy caluroso en Río, lo que afectará directamente nuestro rendimiento.
A 40 días de correr en Río, ¿cómo va tu preparación?
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La pasada semana trabajamos en La Merced, Chanchamayo, con el profesor Rodolfo Gómez. Aprovechamos al máximo esa locación, por su clima similar al que tendría Río el domingo 21 de agosto (día programado para la maratón). Ahora ya estamos en Huancayo, con una rutina marcada por pruebas en pista, cerros o cuestas y fondo de alrededor de dos horas. Este jueves 14 viajaremos a Ciudad de México a un campamento. Algunos compañeros del equipo olímpico peruano -Gladys Tejeda, Jovana de la Cruz, los hermanos Raúl y Christian Pacheco, y Luis Ostos- se trasladarán directamente de México a Río, pero yo regresaré a Lima a cerrar mi preparación con la Carrera Bodytech 7K, el domingo 7 de agosto.
¿Qué sientes al representar a tu país en el evento multideportivo más importante del mundo?
Sinceramente no lo puedo creer. Soy de una familia humilde, dedicada a la agricultura. Nací en el centro poblado de Shogue, distrito de Ulcumayo (Junín), y me siento muy orgulloso de dar a conocer a mi pueblo en cada competencia. Siempre recuerdo mi niñez, mis inicios en el fondismo con el apoyo de mi familia y lo duro que fue hacerme un nombre en este deporte. Nadie pensó que iría a unos Juegos Olímpicos y lo conseguí. Estoy a pocos días de cumplir uno de mis sueños.
