River Plate derrotó a Boca Juniors por 1-0 (parcial 0-0) en el superclásico argentino, en uno de los partidos de ida por los octavos de final de la Copa Libertadores de América, jugado la noche del jueves en el estadio Monumental.
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El uruguayo Carlos Sánchez, a los 81 minutos, de penal, marcó el gol para el triunfo de los ‘millonarios’, que terminaron el partido con diez jugadores por la expulsión del delantero colombiano Teófilo Gutiérrez (88).
La revancha se jugará el jueves 14 de mayo en el estadio La Bombonera, y allí Boca estará obligado a ganar al menos por 2-0 para revertir la serie, mientras que a River le alcanzará con un empate para quedarse con el pase a la siguiente ronda.
El ganador de esta llave se enfrentará en los cuartos de final con el vencedor del duelo entre los brasileños Sao Paulo y Cruzeiro.
El encuentro comenzó de una manera similar a como se desarrolló el cruce del domingo pasado entre ambos por el torneo local, con una fuerte presión, sobre todo por el lado de River, que se encargaba de trabar la salida de Boca y ahogaba a los volantes visitantes, que rápidamente se quedaban sin espacios de maniobra.
Dentro de este juego, con el mediocampo tomado por Ponzio y Kranevitter, a River le faltó una pizca de claridad para generar más llegadas, y muchas veces dependió de los errores que podía cometer Boca como producto del ‘pressing’.
En una de esas acciones, Pérez perdió el balón en la salida, y la acción derivó en un centro cruzado que Gutiérrez no pudo definir cuando entraba por el segundo palo, y un rato después ‘Teo’ Gutiérrez cabeceó débil a las manos del arquero Orion, mientras que en el final lo tuvo Funes Mori, con un zurdazo de media vuelta apenas elevado.
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Superado por la actitud dominante del local, Boca debió resignarse a aguantar el vendaval de River, imposibilitado de pasar al ataque por la poca tenencia del balón y obligado a tirar pelotazos improductivos que encontraban muy aislados a Calleri y a Pavón.
En el comienzo de la segunda parte Boca estuvo a punto de sorprender, ya que en la primera acción Calleri se fue solo, pero no definió bien y Barovero salvó con lo justo, y poco después, Calleri remató alto desde buena posición.
Pero River se recompuso y recuperó el dominio, y aunque con menos intensidad que en la primera parte, tuvo más la pelota.
Le costaba más llegar pero tuvo una situación inmejorable cuando Sánchez picó en solitario, aunque su remate salió muy débil cuando estaba solo frente a Orion.
De todos modos, el volante uruguayo tendría su desquite a poco del final y cuando parecía que el cero lo dominaba todo, el equilibrio se rompió en un penal que Marín le cometió al ingresado Gonzalo Martínez, y que Sánchez convirtió con un remate que ingresó al lado del poste derecho, mientras que Orion se dirigió al palo opuesto.
Así, River se vengó del partido que perdió el domingo pasado (2-0) por el torneo local, pero sobre todo, le quitó a Boca el invicto que tenía a lo largo del año en partidos oficiales, y sacó una ventaja mínima pero diferencia al fin, con miras al duelo dentro de siete días en La Bombonera, donde sólo uno de los dos se quedará con la clasificación y el festejo.